
Por Leonardo Franco Arenas
Los gobiernos de Colombia y Estados Unidos anunciaron hace algunos días, la llegada de militares norteamericanos a nuestro país, esto desató una tormenta política en medio de la cuarentena y los controles sanitarios por el COVID -19. Congresistas colombianos, algunos medios de comunicación y público en general han dejado oír sus voces de protesta en contra de lo que consideramos muchos, es una flagrante violación a la soberanía nacional y más cuando se ignora al Senado, quien es el que debe dar la autorización para el movimiento de tropas extranjeras en el territorio colombiano.
El país no debe plegarse a lo dicen algunos senadores del Centro Democrático, entre ellos Paola Holguín, declaran que en estos casos el presidente no debe pedirle permiso al congreso. No obstante, a los ojos de otros sectores se está violando la Constitución política, artículo 173.
La explicación que dan sobre la llegada de este contingente de marines, cuyo número tampoco está claro (50 dicen unos ó 800 dicen otros) y las tareas que se proponen de acuerdo a lo que expresa el Ministro de defensa son: asesoría en operaciones, lucha contra el narcotráfico, lucha contra los grupos armados organizados, tácticas operativas y entrenamiento militar, para llevarlos a cabo en territorios de orden público delicado. En mis épocas de estudiante las palabras que se utilizaban para enunciar este tipo de maniobras por parte de un estado extranjero eran intervencionismo o invasión extranjera y los políticos replicaban diciendo que era cooperación, asistencia o asesoría, juegos de palabras.
Haciendo un breve recuento de algunas amables visitas de nuestros vecinos del norte podemos indicar:
1902 desembarco de tropas en Panamá por el tema del canal, sabemos en que terminó esto.
1920 – 1934 la doctrina Estrella del Norte, durante varios gobiernos fue aplaudida esta “cooperación gringa”
1935 – hasta finalizar la II Guerra Mundial, la doctrina del buen vecino que nos convirtió en un “aliado o patio trasero de la nación amiga”
1993 – 1994 llegada de marines a Juanchaco y Bahía Málaga a “construir una escuelita.
2000 Inicia el plan Colombia, patente de corso para el intervencionismo norteamericano en nuestro territorio por el desembolso de recursos para la asistencia y entrenamiento de tropa contra el narcotráfico y la guerrilla.
2003 asesoría y cooperación para la seguridad nacional de Colombia en contra del terrorismo y el rescate de 3 miembros de la CIA que fueron secuestrados en el Caquetá al derribar la avioneta en que hacían inteligencia.
2009 acuerdo militar para 7 bases gringas casi al final del gobierno de Uribe, la Corte constitucional lo tumbó, pero quedó el mito de su operatividad, ejemplo de esto son las múltiples denuncias de los desmanes de los marines, inclusive violaciones a menores de edad. Santos frenó definitivamente este acuerdo.
2020 marzo entrenamiento militar en la Guajira frontera con Venezuela con fuerzas del comando sur de USA.
2020 Junio programada la llegada de tropas norteamericanas a territorio nacional.
Resalto: son casi 20 años de acuerdos y cooperación estrecha con Estados Unidos para la estancia de tropas en Colombia, salvo el paréntesis del gobierno Santos, el tiempo restante ha sido en gobiernos uribistas.
Las bases negociadas eran: Malambo, Atlántico; base militar de Palanquero, Magdalena Medio; base Militar Apiay, en el Meta; bases navales de Cartagena en el Atlántico y Bahía Málaga en el Pacífico; el centro de entrenamiento de Tolemaida y el fuerte militar Larandia en Caquetá.
Las formas de presentar las operaciones militares son muchas y más cuando se cuenta con el acompañamiento o la complicidad del gobierno colombiano, lo que no se puede disfrazar son los objetivos y aquí hay unos que tienen prioridad, el número uno es el tema de Venezuela y dos azuzar el caos y la violencia reinante en algunos territorios.
No nos olvidemos que estas cooperaciones humanitarias han sido malas experiencias y el dicho reza: “de eso tan bueno, no dan tanto” y menos viniendo de Trump y su afán por posicionarse de nuevo en su país de cara a las elecciones de fin de año.