¿Tiene futuro el sector turístico?

Redacción. www.latardedelotun.com ————————————————————

El panorama de uno de los sectores más prometedores de la economía nacional, por su participación en el PIB (se calculaba este año una participación del 3,5  más o menos 37,5 billones) de Colombia hace unos meses era el turismo, hoy es un renglón de la economía totalmente postrado y con pocas esperanzas de recuperación a corto plazo.

Precisemos primero ¿Qué es turismo?, existen muchas confusiones y no solo del público en general, si no de las mismas autoridades gubernamentales que lo confunden con otros tipos de ofertas que en algunos casos pueden ser complementarias, por ejemplo la recreación y las actividades de diversión.

Según la OMT turismo se define como “las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno natural por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año con fines de ocio, por negocios y otros motivos”. El subrayado es nuestro. Distinto a la actividad que se hace por motivos de recreación o diversión a un atractivo u oferta turística, por parte de los habitantes de una población; por ejemplo, la visita que hacen los estudiantes de Pereira o cualquiera de sus habitantes al Parque Consotá, Ukumarí, Santuario de flora y fauna Otún Quimbaya, a cualquier reserva natural en sus alrededores o simplemente a un museo, río, como San José o Pedregales. Lo anterior lo identificamos como “Paseo” “Recreación” Diversión”, “Pasa día”,  no turismo.

Partiendo de este contexto, el turismo como tal, no solamente en nuestra región o el país, si no en el mundo entero, está pasando por la más crítica situación desde 1.841 cuando se tuvo la primera experiencia de viaje organizado, planeado por  Thomas Cook considerado el padre del turismo y quien posteriormente en 1845 creó la primera agencia de viajes.

Los indicadores de visitantes y ocupación hotelera en las principales ciudades colombianas receptoras de turismo nacional e internacional venían con un  franco incremento desde el año 2016. La economía nacional se estaba beneficiando por el aumento de los turistas extranjeros, Latinoamérica, USA y Europa eran los principales emisores de los visitantes. La firma del proceso de Paz impactó positivamente en la imagen de Colombia y por primera vez nuestra Nación con su multiplicidad de destinos y mejoramiento de la oferta, entró a ser un destino de talla mundial identificado en las principales guías turísticas del mundo. Las inversiones públicas y privadas en infraestructura, atractivos y oferta, además del  fortalecimiento de la superestructura, los servicios y el conocimiento, han llevado al país a crecer en este sector como un gran generador de divisas.

A partir de marzo de este año la situación cambió dramáticamente, por el Covid -19 se llegó  al cierre del transporte aéreo, terrestre y  el cierre de fronteras, con esto se hirió gravemente el sector, se cerraron hoteles, unos temporal y otros definitivamente, los atractivos turísticos están cerrados incluso para los habitantes de las mismas ciudades, bares, restaurantes, proveedores de insumos y alimentos, empresas de eventos, transporte especializado, guías de turismo, en fin, todos los componentes de la cadena productiva del turismo están parados.

Hoy se habla de la reactivación gradual de algunos actores de la economía, los prestadores de servicios turísticos igualmente reclaman ser tenidos en cuenta, pero ahí surgen los interrogantes: Abrir los terminales aéreos y el transporte terrestre de pasajeros, que es la base para una posible oferta, ¿no impactará negativamente en el crecimiento exponencial del covid-19? El aeropuerto El Dorado, es el punto de conexión aérea más importante de Colombia y de Latinoamérica, ¿cómo se podrá estructurar una oferta sin  contar con este importante terminal?.  Al permitir abrir los hoteles de las ciudades pero no existir una libre movilización aérea y terrestre, ¿cómo se garantizará la ocupación de estos? ¿Cuáles son sus huéspedes potenciales? Por ejemplo Pereira, la mayoría de los clientes son corporativos, por culpa del coronavirus las empresas están manejando sus clientes por internet, esta es una de las estrategias de comunicación y ventas que se impondrá permanentemente, entonces no llegarán a la ciudad, los turistas menos, por miedo, por restricciones no viajarán etc.

Las agencias de viajes especializadas en emisivos y las agencias de receptivos (operadoras), están en una sin salida, el mercado en este momento es inexistente, además, uno de los decretos del gobierno nacional habla que al abrir los parques temáticos, esto solo será para visitantes de sus municipios, imaginemos Termales, solo para los santarrosanos y en plena crisis económica y de salud. Aparte están los fuertes protocolos de bioseguridad y el control estricto de visitantes de ahora en adelante, se habla de un máximo de 50 personas por periodo de tiempo, antes de la pandemia en un día había un  promedio de 800 y en temporada alta de 3.000 visitantes; pero hay una esperanza. No se puede prever si va a ser sostenible este ejercicio, pero los operadores se deberán enfocar en pelearse el pequeño nicho local, con pasadías. Las agencias de viajes de emisivos (otros destinos) en el momento lo tienen más difícil, cierre de fronteras, restricciones, miedo, seguridad y el dólar alto.

Al ser humano le gusta viajar eso es cierto, al menos a corto plazo está muy difícil, creen los expertos que en dos o tres años habrá una recuperación económica del sector y también un mayor nivel de confianza al superar este momento.

La industria del turismo tiene futuro, es inherente al hombre, pero demorará en recuperarse; mientras tanto, capacitación, creatividad, esfuerzo para las empresas que logren sobrevivir.

Leonardo Franco Arenas.

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