
____ “El principal transmisor actual del miedo son los medios de información de masas, pero en todo caso se precisa de la credulidad de la sociedad para que el pánico estalle”. Joanna Bourke.
La presencia de un peligro real, imaginado o creado, causa en los individuos y también de manera colectiva una sensación de angustia, la denominamos, el miedo, este provoca diversos comportamientos -humanos, sociales- en respuesta al estímulo amenazante observado: Huida, confrontación, lucha, adoctrinamiento. Los miedos son una combinación de factores internos y externos que tienen diferentes niveles sociales.
En nuestra querida Colombia la manipulación de los miedos, así, en plural, por parte de la elite que ostenta los poderes del estado, el poder económico, religioso y delincuencial entre otros, hace parte de la realidad nacional, del día a día, se utilizan como arma política y social, hay que tener en cuenta que, para el control y sometimiento de las sociedades, el miedo es el arma más efectiva.
El país parece paralizado, no reacciona, la cooptación de los `poderes es evidente, los continuos errores del ejecutivo por acción u omisión no encuentran un interlocutor fuerte que obligue a virar el timón y cambiar el rumbo; la postración e indignación resultante de la falta de aplicación de una justicia efectiva, hace parte de la sumisión lograda sobre una ciudadanía que observa impávida y aterrorizada como la nación se desmorona, conocemos los culpables, quienes son los cerebros y activistas del caos reinante, pero no actuamos, ¿por qué? Por MIEDO. No se tiene la capacidad de quitarles el control social e institucional que ejercen de manera dictatorial sobre Colombia.
No se puede pasar por alto que estos niveles sociales del miedo no dependen exclusivamente de amenazas directas sobre la integridad física de las personas, sus entornos, desplazamiento forzado, etc, aunque son los de más altos índices de ocurrencia; hay que tener en cuenta que de acuerdo a los estratos sociales y las conveniencias también existen otros tipos de miedo, perder lo que se tiene a si sea una tenencia irrisoria, miedo a los cambios, de allí la frase “es mejor malo conocido que bueno por conocer” hay muchos ejemplos de adoctrinamiento, contenidos que adormecen a la sociedad en una zona de confort o de precariedad resignada. Veamos, gran parte de la franja electoral del CD se caracteriza dentro de un fenómeno social de falso estado de bienestar: Pagan el carro a plazos, pagan un apartamento a 30 años, tienen un contrato de prestación de servicios entre los 3 y 5 millones mes, pagan una alta pensión en el colegio de sus hijos, en fin, “aparentan” creyéndose el cuento que están en el curubito social y laboral; y proponen desde sus trincheras que nada cambie, que no se ponga en riesgo su “bienestar”.
Existen otros tipos de miedos que afectan otros niveles sociales, a enfermedades, a la pobreza, a la guerra y a la muerte, a lo que se tiene, con esfuerzo, por herencia o por despojo, miedo a perder privilegios como clase gobernante, miedo a que salgan a la luz sus secretos, no propiamente los de alcoba eso ya es irrelevante en esta sociedad, es a que se ventilen sus secretos oscuros, de amistades non sanctas, de negocios torcidos con la delincuencia, miedo a perder el control del estado escriturado por años mediante artimañas jurídicas o violentas, miedo a quedar en evidencia, aunque ya hasta eso “les vale huevo” el cinismo y la desvergüenza han reemplazado el temor al escarnio público y a la exhibición social; ahora el miedo es por otras razones menos romanticas, la cárcel o la extinción de bienes y la pérdida del poder.
Resumiendo, hay infinidad de miedos con los cuales se manipula la sociedad para mantenerla dócil, muda y conforme, eso lo sabemos, pero es bueno entender que, el miedo mayor que SI debemos tener, es saber de nuestras responsabilidades históricas frente a esta realidad y no hacer nada, ¡debemos actuar, no entrar en pánico!