
Redacción – www.latardedelotun.com – Foto Infobae
___Han trascurrido 21 años de esta horrenda masacre ocurrida en el corregimiento El Salado, ubicado en los Montes de María del municipio de Carmen de Bolívar. Más de dos décadas de esta dolorosa historia que el país no debe olvidar, matanza anunciada como una de las tantas que han ocurrido en Colombia. La muerte se paseó campante, apoderándose de este poblado durante dos semanas a manos de un grupo de paramilitares que llegaron al pueblo en tres grupos, durante ese tiempo torturaron, degollaron, decapitaron, violaron y asesinaron un número aún sin determinar de campesinos indefensos y dejaron una estela de muerte a su paso, se habla que fueron algo más de 100 personas muertas en esta incursión paramilitar.
Hoy, se vuelven a escuchar las voces de sus pobladores, los que regresaron a sus tierras luego de vivir escondidos por miedo, desplazados en espacios ajenos durante mucho tiempo, voces que denuncian ante los organismos estatales, ONGs internacionales y medios de comunicación que están siendo una vez más amenazados, no solo sus líderes sociales sino la comunidad en general, instándolos a desplazarse nuevamente, a abandonar sus casas y su tierra so pena de ser otra vez violentados. El acuerdo de paz firmado hace unos años, la restitución de las tierras, el compromiso de la JEP y parte de la sociedad civil, hicieron posible el regreso de estas gentes, levantando símbolos de memoria histórica y la no repetición de hechos similares, significando la esperanza para los sobrevivientes de estos brutales hechos, ¿dónde quedó esto? El abandono estatal es evidente.
Las águilas negras concretamente son los responsables de los pasquines con amenazas a los habitantes del corregimiento, esto lo han expresado los voceros de la comunidad y lo han denunciado ante las autoridades, lamentablemente como en ese tiempo de masacre, sus quejas han sido desestimadas, ignoradas por las entidades encargadas de brindarles protección. El alcalde del municipio, las autoridades militares, el gobernador y el presidente son responsables directos de lo que pueda pasar, confiamos en que los mandos medios resuelvan esto, sabemos de las ocupaciones del presidente Duque preparando su programa diario de TV y su asistencia a eventos sociales y de farándula; esas son sus prioridades, mientras tanto al colombiano de a pie al humilde campesino, que se lo lleve el diablo o que quede encomendado a la Virgen María, como el primer mandatario suele decir.
¡No olvidemos las macabras historias sobre este horrendo crimen, no permitamos que se repita!