Plan B uribista para el banco de la República.

Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com

___El banco de la República ha sido una de las instituciones más respetables y respetadas históricamente en el sector público, especialmente en el sistema financiero colombiano. Con la decisión del presidente Duque de nombrar a Bibiana Taboada Arango y Mauricio Villamizar como codirectores de esa entidad, entramos a otra realidad, la politización del banco que se había mantenido incólume frente al apetito voraz de los políticos, hizo respetar su independencia como debe ser el banco central de un país durante muchos años. Esa dinámica se vio reflejada en la elección de Leonardo Villar Gómez como director en reemplazo de Juan José Echevarría finalizando el 2020, a pesar de estar ternado como candidato del gobierno el actual ministro de hacienda Alberto Carrasquilla. Ese comportamiento independiente era parte de la buena imagen de la entidad ante la opinión pública de la nación y la buena calificación internacional al banco emisor, confianza en la economía colombiana. Al no conseguir apoderarse de su control con un director de uñas largas e intereses dañinos, optaron por cooptar su junta e interferir directamente en sus decisiones y lineamientos.

La primera es hija de Alicia Arango la persona con más poder e influencia en el gobierno actual después del ex, el segundo es hijo del exministro de Minas Rodrigo Villamizar, reflejo de una costumbre ejercida de forma permanente desde el ejecutivo, el nepotismo. La formación académica y la calidad profesional de estas dos personas quizás no se ponen en tela de juicio, lo que sí es deleznable es su experiencia y fortalezas; no tienen el peso suficiente para ocupar sillas tan importantes en el escenario de la macroeconomía de Colombia. Lo anterior solo demuestra el insaciable afán de poder del gobierno actual, Duque y su cohorte manejan a su antojo la Procuraduría, Fiscalía, Contraloría, Defensoría del pueblo, Corte constitucional, Comisión de disciplina, Congreso, ahora, el banco de la República.

Lo más grave e insufrible es la desfachatez sin límites, su desvergüenza, la impudicia de cada acto cometido; el escarnio público o social, el que dirá la ciudadanía les vale cinco, el poder es para poder dirán ellos. ¿Hasta cuándo?

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