
Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
Con la solicitud de preclusión presentada por la Fiscalía general de la Nación en cabeza del fiscal Gabriel Jaimes, del caso en contra del ex senador Álvaro Uribe Vélez por manipulación de testigos que había iniciado en la Corte Suprema de Justicia, demuestra hasta la saciedad el sesgo y la nula imparcialidad de este organismo gubernamental creado por la constitución del 91, que forma parte de la rama del Poder Judicial. Lo acaecido en este proceso se veía venir, para nadie es un secreto que la mayoría de los organismos del estado están en manos del uribismo, han acumulado un poder descomunal que los lleva a actuar libre e impunemente con una total falta de escrúpulos. La Fiscalía general de la nación, así como los demás entes de control se encuentran arrodillados ante ese poder inconmensurable que los hace creer que nada los puede tocar, menos la justicia, que parece haber claudicado.