Redacción deportiva – www.latardedelotun.com
____ Siendo realistas y luego del partido del día martes en horas de la noche entre el querido equipo Matecaña y el Chicó futbol club, llegamos a la conclusión que con este equipo “No llegaremos a ningún Pereira” la permanencia en la máxima categoría del futbol colombiano después de cada partido, se hace más difícil. La sensación que nos queda es que acá pasa algo raro, en torno al equipo parecen haber intereses internos para que el Pereira descienda, ¿por qué? no es claro, los manejos de los últimos años no han sido transparentes, la liquidación se ha trabado por todos los medios, las cuentas no han sido diáfanas y el manejo del equipo en lo deportivo ha sido desastroso.
Los encargados de la institución en la parte administrativa siempre se han preocupado más por los intereses particulares de una minoría, antes que la consolidación de un proceso encaminado a fortalecer el equipo en la parte empresarial, como club, y en lo deportivo. Este último año ha sido un fracaso, el ahorro en puntos que se tenía hace un año, se ha perdido; la gabela de un equipo solo a la B este año y no dos por el caso del Cúcuta tampoco es garantía para la permanencia. Cuando arrancó este año en el debut con Alianza Petrolera de visitante, empate 2 – 2, se pareció vislumbrar una buena campaña, en los partidos con el Cali de local 0 -1 y de visitante con Nacional 5 – 2, con una alineación tipo que se mantuvo en estos encuentros se observó una leve mejoría, especialmente en el primer tiempo en Medellín. A partir de esa fecha el equipo se cayó, en los siguientes cotejos el técnico Jorge Artigas varió un 90 % del equipo titular y a partir de ahí se vio siempre la improvisación y el desespero. En cada partido salía un equipo diferente, con jugadores en puestos que no eran los habituales, unas veces con línea de tres, otras con cuatro en el fondo, variando los marcadores y los responsables del medio campo fecha tras fecha, con una titular diferente en cada partido. Los mal llamados refuerzos, jugadores veteranos que han sido emergentes y no titulares, casos como el de Henry Rojas que no corre, no marca, Alcatraz García no hace la diferencia, Arizala solo lleva un gol y sus mejores días están en el recuerdo. De los pocos que se salvan, Brayan Castrillón que en los últimos tres partidos bajó ostensiblemente su rendimiento. Los que ya venían, Castillo es muy buen portero, pero de cuando en cuando se equivoca gravemente, De la Rosa, corre y corre pero no marca la diferencia y Cano con su pundonor tapa las deficiencias físicas y técnicas de los años.
Como está jugando este equipo y con el desgreño administrativo lo más probable es que el año entrante esté nuevamente alojado en la B, el club no tiene un norte y por las torpezas de sus dirigentes está condenado al descenso. Una de las mejores hinchadas de Colombia está en Pereira, las fuerzas vivas de la ciudad siempre están prestas para echar una mano, pero el equipo está muy por debajo de esto y la responsabilidad es de su directiva. ¿Por qué muchos tenemos la impresión que al equipo lo quieren en la B? ¿Cuáles son los intereses del liquidador? No más salvavidas de la administración local. Que el señor Candamil por fin entregue el equipo y vaya a subasta. Que se haga una auditoría forense sobre la administración del equipo, para saber que ha pasado contablemente.