Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
____ Maquiavélico por decir lo menos, es la estrategia del ex y de la bancada del Centro democrático en contra del presidente Duque; desde finales del año pasado, como maniobra para alejar de si los reflectores de la opinión pública, Uribe se declaró decepcionado por la falta de liderazgo del primer mandatario, revelación hecha a un medio de comunicación internacional, desde ese momento se perfiló el cariz de esta táctica falaz.
Los flagelos que azotan el país y que muestran el desplome de la imagen del presidente, han sido tomados por los miembros del CD como caballito de batalla para coger distancia del actual gobierno, culpándolo de todos los males. En esta acumulación de hechos han encontrado el caldo de cultivo perfecto para alejarse de manera virulenta de la administración central, convirtiéndolo en blanco de todas las críticas y de los males que aquejan a Colombia. La excusa que tratan de demostrar es que Duque traicionó y se alejó de los predicamentos del ex, de sus directrices, por tal motivo la nación se encuentra a la deriva y es necesario un salvador con experiencia y manejo político para sacarnos adelante con el concurso de los gremios y las fuerzas vivas. Quienes conocen la manera sibilina y astuta en la que actúa el ex, saben como la mayoría que, esta es una tramoya orquestada desde hace varios años, luego de la experiencia vivida con Santos, que tuvo el coraje de desmarcarse del hombre del ubérrimo, la tarea entonces era encontrar un personaje servil, sin criterio, abyecto, un ominoso ser que de manera sumisa se dejara manipular por el director mayor oculto tras bambalinas.
Hoy, esa misma congregación obediente, esa camada de seguidores impertérritos ante el caos reinante le vierten toda el agua sucia, lo exhiben como el inepto que es, cuando habían vendido la imagen contraria, ahora es el contraventor de las órdenes del jefe mayor, tratan de dar a entender que se les salió de las manos y que la culpa de las malas decisiones y ejecuciones son de él, Duque.
El plan A, para seguir en el poder era manipular la opinión desde los medios y detrás del discurso de miedo, Castro chavismo y comunismo, el mismo que trataron de vender en USA, ese entramado se les cayó, la población se dio cuenta de la patraña y sus inmundicias quedaron expuestas; les tocó recurrir al plan B, tomar distancia de Duque, mostrarlo como un paquetazo incompetente -que lo es – y la aparición de un salvador de la patria respaldado por el señor del ubérrimo, en los pueblos reza el refrán, “se le abrieron como las yucas”.
La percepción sobre la derecha, gobierno, entes de control del Estado y medios de comunicación están en el punto más bajo en la historia del país, el descontento se ha generalizado azuzado por temas como, corrupción, violencia, ineficiencia en el control de la pandemia y ahora la leonina reforma tributaria, para mencionar solo algunos. Colombia está sobre un barril de pólvora, pero la gente tiene claro quienes deben estar encima de ese barril y propiamente no son los de siempre. Esto políticos, “que se abran como las yucas”