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_____ Risaralda tendrá en las elecciones de marzo como mínimo 5 candidatos al Senado oriundos de estas tierras, de ellos en mi concepto y muy respetuosamente observo que solo hay una magnífica alternativa, complementan este ramillete, los risaraldenses residenciados en otras ciudades que llegarán buscando votos en su departamento. También, han comenzado las visitas de candidatos oriundos de otras regiones y que viajan con la intención de cazar votos para la próxima contienda electoral. Algunos de estos, llegan con lo que se conoce coloquialmente “con la tula llena” para negociar de esta manera, los respaldos a sus campañas; otros, cuentan con una estructura electoral que han ido consolidando a través de los años y de manera diferente afrontan este reto.
La presencia de estos aspirantes, causa urticaria en algunos ciudadanos que creen firme y de manera vehemente, en aquello que los votos son para los locales, “risaraldense vota risaraldense” frase y bandera que enarbolan, para tratar de legitimar este hecho y ejercer presión sobre la opinión; pasando por alto el pequeño detalle, que esta es una frase acuñada de tiempo atrás por los mismos políticos para espantar iniciativas de los inconformes a votar ajeno, debido a la nula gestión de sus coterráneos. Algunas personas se aferran a este regionalismo a ultranza para enmascarar su desánimo, desilusión e inconformidad por el escaso trabajo en pro de lo individual y colectivo de sus elegidos, aquí la premisa es votar territorialmente, así se sepa de antemano, que los candidatos no hacen nada por su región, en términos coloquiales, “no sirven para un carajo” pero si se conocen las mañas de estos personajes.
Tengamos en cuenta:
“La circunscripción nacional es el sistema de votación para elegir los senadores de la República. En este sistema se puede votar por una persona en cualquier sitio del país. En otras palabras, los elegidos por circunscripción nacional son representantes en el Congreso de todo el país y no de una región”.
Los Senadores cuentan con el derecho a que cualquier colombiano mayor de edad y que no esté inhabilitado por alguna circunstancia, vote por él en todo el territorio nacional, cabe resaltar que los proyectos de cualquier tipo que se adelanten en el Congreso pueden ser acompañados por un senador sin menoscabo de su lugar de nacimiento o residencia. Cuantos de nosotros no nos hemos quejado a grandes voces o de manera prudente de acuerdo a la personalidad o las conveniencias, de la falta de gestión y la ineptitud de los senadores nuestros; es pan de cada día, conocemos los que ejercen y también a los que aspiran por primera vez, ¿se salva alguno? Como dice el viejo adagio, que entre el diablo y escoja.
Con candidatos foráneos se abre el abanico, los que están y los que quieren, los probos y decentes, también los investigados y bandidos.
Amigos este país está tan polarizado, que no podemos seguir en ese juego; los que vengan a hacer campaña deben tener la oportunidad de darse a conocer, así, tendremos una mejor oportunidad para cambiar lo que está mal y conservar lo bueno.
Hay para todos los gustos, más importante que su procedencia, son sus propuestas y hoja de vida.