
Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
______ Desigualdad, es la sensación que aflora siempre cuando se habla de campañas electorales en Colombia. La poca efectividad del Estado para controlar los altos gastos en que incurren los candidatos en sus campañas hace evidente la inequidad existente entre esa gran diversidad de opciones. Los políticos que hacen alarde de su poderío económico y de las astronómicas cifras que invierten cada cuatro años para conservar o lograr las curules están identificados. Este ejercicio es por demás un indicador de las prácticas corruptas que se generan para recuperar el capital invertido, más unos elevados intereses asaltando el erario. Estos barones electorales son financiados por entidades privadas con diversos intereses económicos, inversionistas que apuestan a tener el control de algún padre de la patria afincado en el congreso, también están los clanes familiares cuyos apellidos han estado por décadas apropiados de estos espacios y por último para no ocultarlo, los dineros del narcotráfico (capos que necesitan blindarse, no lavaperros) y la delincuencia común (grandes organizaciones, no el ratero del barrio) que desde la década de los setenta se enquistaron en los pasillos y salones del congreso nacional para tirar de las cuerdas de sus marionetas. Ejemplos hay muchos.
En Risaralda para las elecciones del 13 de marzo próximo, concretamente para el Senado de la República tenemos varios candidatos que en su mayoría representan la vieja y desgastada clase política así vendan el manido lema del cambio. Están los que quieren repetir: Alejandro Corrales por segunda vez, con un trasegar anodino y timorato, su mayor logro fue obtener recursos para el agujero negro de Aero Palestina, caja mayor, de los políticos de la región, por el gremio cafetero que lo impulsó no hizo nada, eso dicen los cultivadores. Sammy Merheg va por su cuarto periodo en el congreso, hace parte de un clan con una aceitada maquinaria, lo que se conoce como una empresa política. Su desempeño en estos doce años luego de heredar la curul de su hermano ha sido insignificante, ha pasado con más pena que gloria. Iván Marulanda solo para mencionarlo, pereirano que aparece en campaña a recoger votos en el departamento, su campo de acción ha estado centrado en Medellín y Bogotá. Fue esperanzador su discurso en un comienzo, pero dio un giro de 180° y ahora defiende la revocatoria de Quintero en Medellín. Estos son los senadores actuales, quienes ostentan una credencial.
Quienes quieren: Juan Pablo Gallo, controvertido exalcalde que sacó una votación histórica en la ciudad, pero que fue destituido por participación en política a favor de su heredero en la alcaldía. La alta favorabilidad con que dejó la administración local y su buena imagen se han ido deteriorando con el paso del tiempo por denuncias e investigaciones en curso en temas como la glorieta de Corales, en la actualidad se conoce otra investigación por una aplicación que puede configurar algo así como un constreñimiento al elector, en este caso a contratistas. Carolina Bustamante, la eterna aspirante en todas las elecciones y a todo cargo, ahora también es identificada por su capacidad para cambiar de partido de acuerdo a las conveniencias, el último brinco fue del centro democrático al partido de la U, esa inestabilidad ideológica le restó la poca credibilidad que tenía.
Queda entonces Lina Arango, hija de la ciudad y que de una manera seria participó como candidata a la gobernación haciendo una campaña de manera distinta, sin recursos y recorriendo el departamento sin el derroche y la visibilidad mediática de otros candidatos, logró la nada despreciable cifra de más de cuarenta mil votos, ella conoce la región, tiene experiencia en el sector público, profesional en gobierno y relaciones internacionales, asesora en gobernanza, transparencia y construcción de paz. Lina Arango representa la renovación, la esperanza, la fuerza y la dinámica de una mujer joven convencida de su labor y su responsabilidad social, en los próximos comicios puede dar una gran sorpresa. Ahora se dedica a hacer su campaña recorriendo las calles de los diferentes municipios del eje cafetero, “semaforiando” en las tres grandes ciudades, con una excelente imagen, LA MARIPOSA VERDE. Si de cambiar el congreso se habla, he aquí una excelente alternativa con propuestas puntuales en temas claves para la región y la Nación.
Para mencionar, hay otros candidatos con nulas oportunidades y que salen a hacerse contar: Por el partido de Salvación Nacional, por las Negritudes y por Cambio Radical.
Por el bien de Risaralda aparte de Lina entonces ¿quién?