
LECCIONES DE FILOSOFÍA CON MI NIETO MATÍAS, es el último libro escrito por el Profesor Carlos Saracay Rivas, reconocido Maestro, gestor cultural, bohemio y excelente amigo de un sinnúmero de estudiantes que tuvimos el privilegio de compartir con el su intelecto, motivándonos a pensar en el aula, en la calle o en cualquier espacio, evolucionamos como seres y cambiamos la forma de ver el mundo.
Ahora al estar pensionado y redescubrir el amor inconmensurable en su nieto Matías, se dedica a escribir este libro, planteando desde la inocente e intuitiva mirada del niño su inquietud y curiosidad frente al entorno.
Hoy publicaré el segundo ensayo, el primero fue: Matías, el asombro. Todos los viernes publicaremos un ensayo de este filósofo y bacán pereirano – salvadoreño.
Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
MATÍAS Y EL SABER PREGUNTAR (Ensayo)
De su último libro, LECCIONES DE FILOSOFÍA CON MI NIETO MATÍAS.
Por: Profesor Carlos Saracay Rivas
“¿Qué pensáis que estoy pensando?”

Después del asombro viene la pregunta…
Con una concepción del universo y de la vida tan dogmática, jerárquica y autoritaria, es difícil aprender y saber preguntar, sin embargo, Matías, quien no está contaminado aún por esta cultura, espontáneamente, en situaciones como esta, en la que lo enfocan y le llaman la atención, no se somete ni se asusta, ni se humilla como lo hiciese si ya hubiese sido sometido y alienado. Por genética y por el ambiente familiar, Matías ha nacido libre y atento a la vida, no se deja obnubilar por su entorno ni por novedosos estímulos. Casi siempre mira, observa y pareciese que hablará, desde el fondo del pensamiento, que es la epistemología, precisamente, preguntando, estableciendo múltiples posibilidades, pareciese un potencial energético desde donde saltarán en torbellino estrellas y galaxias de pensamiento. Lo que me permite establecer la poética metáfora que hablamos sobre y desde la epistemología. Planteamos primero el asombro, en seguida de él viene la pregunta. La pregunta es la cofia del pensamiento, de la ciencia y de la filosofía, es la punta de laza, la que pellizca fuerte… La pregunta indaga, inquieta, interroga incisivamente sobre el objeto, sobre el yo, en primer lugar, luego por ellos y por el ello, es decir por los demás, por el cosmos y la naturaleza. Sócrates fue el primero en insistir sobre el arte de saber peguntar, la inolvidable “Mayéutica”, él lo utilizó hasta en la vida cotidiana. En este sentido sabroso leer y releer, Los recuerdos de Sócrates, de Jenofonte.
Actualmente el postmodernismo, al que críticamente me sumo, como al marxismo, al existencialismo y a toda la historia de la filosofía entendida como búsqueda permanente… el postmodernismo, les decía, plantea que hay que comprendernos, no como respuestas y soluciones, sino como problema. El hombre más que ser racional, ser hijo de Dios o del agua, del fuego, es problema, somo problema y permanentemente debemos interrogarnos, aparecer como pregunta más que como solución absoluta. Comprendernos como pregunta nos llevaría concentrarnos más en la búsqueda de soluciones comunes, que en nuestras verdades dogmáticas que pretendemos imponer como verdades eternas o absolutas.
Así entendida la filosofía se podrá entender como la búsqueda de soluciones, teorías y experiencias:
1. Problema del conocimiento o epistemológico
2. Problema de la naturaleza o cosmológico
3. Problema antropológico o del hombre, la historia y la sociedad. En filosofía el concepto hombre corresponde al fenómeno humano, varón y mujer.
4. Problema ético o de la felicidad individual y social
5. Problema juridicopolítico o de la organización social, para su armonía y prosperidad.
Así comprendida la filosofía y todas las ciencias, el pensamiento se presenta abierto, llama encendida de preguntas y posibilidades en permanente renovación. No definiciones, dogmas y misterios por imponer y memorizar.
En pedagogía, es menester pasar de la enseñanza de respuestas y soluciones a la de y planteamientos de problemas.
A nivel mundial hay tres grandes problemas que afectan la actualidad:
1. La pobreza mundial
2. La guerra y violencia generalizada
3. La destrucción ambiental
Matías parece que nos termina diciendo: “La pregunta es ¿Cómo, desde cada posición política, ideológica o filosófica, aportamos a la solución de estos problemas? Y no seguir pellizcándonos y matándonos entre nosotros mismos. ¿Cómo la investigación y la ciencia la orientamos en dirección a solucionar estos problemas generales y todos los particulares que se derivan de ellos, en lugar de fabricar más armas y estrategias de destrucción?
Hay que saber preguntar más que responder solamente