
De su último libro, LECCIONES DE FILOSOFÍA CON MI NIETO MATÍAS.
Por: Profesor Carlos Saracay Rivas – www.latardedelotun.com
_____ En el día internacional de la mujer, Matías nos deja ver la ternura que la mujer merece para ser tratada. Pareciera que nos quiere demostrar esa suavidad, esa dulzura de cariño que se transpira con una niña como ella, llamada Laurita.
Las niñas, como todas las mujeres, se merecen nuestro mejor trato y reconocimiento, ellas que son ternura merecen la mejor ternura, respeto, admiración y el homenaje permanente por su maravillosa gesta materna y laboral en el surgimiento y desarrollo de la humanidad. Son el centro vivificante de nuestro origen humano y en el trascurrir de la historia han sido el centro de la familia, el núcleo concéntrico de la formación social, han sido trabajo fundamental en el hogar y en los orígenes de la producción agrícola. Ellas por virtud de cierto sedentarismo en períodos de parto, pudo observar y reproducir los procesos de germinación de las semillas, comenzó a sembrar y a obtener cosechas, iniciando así el proceso fundamental de la producción, que es la producción de alimentos para sobrevivir, superando de una vez la aventurera producción de la caza y de la pesca. Ella comenzó la primera organización familiar reuniendo a sus hijos en un solo círculo de producción, dando origen a las familias que los antropólogos llaman sindiásmica y punalua, no es la familia monogámica que nos han enseñado a creer que existe únicamente y desde el origen de a la humanidad. La mujer organizó a sus hijos en la producción agrícola hasta el punto de volverse el centro de la vida familiar, con poder sociales es la que poseía el saber y la estrategia de la agricultura, con lo cual comienza la primera forma de poder político, denominado matriarcado.
Al matriarcado le sucede el patriarcado…nos enseñaban, en el pasado, como si se tratase de algo normal y consecuente. No nos enseñaron que se trató de toda una revolución, que algunos antropólogos como Engels, le llaman la revolución sexual. La mitología no nos habla de esto, pero si es posible decidir en el génesis de la mitología hebrea que la arremetida de los hombres contra las mujeres fue brutal y arrasadora. Según el génesis la mujer surge de una costilla del hombre, ni siquiera de una mano o de un ojo que son más complejos… Toda esta obra es una ridiculización de la mujer que la deja en una gran desventaja frente al hombre, peor que una esclava…. Y este es el origen y fundamento de la cultura hebreo cristiana, reconocida como la cultura occidental. Cultura que desarrolla un machismo cruel y que se extiende hasta nuestra época. La religión y la educación no han cuestionado estos conceptos, por el contrario, los han reforzado para sostener formas de relación social engañosas y explotadoras, donde la mujer no es sujeto, sino objeto de reproducción y trabajo.
Son siglos y milenios en los que la mujer ha estado subyugada y sometida a concepciones y formaciones socioeconómicas machistas. Igualmente, el proceso de liberación es largo y de grandes sacrificios. En el proceso de formación capitalista, en el desarrollo industria del siglo XIX, en Chicago, las trabadoras que luchaban por sus reivindicaciones laborales fueron encerradas y quemadas en el interior de la fábrica donde trabajaban. Este sacrificio prende la chispa internacionalmente y es cuando se establece en las Naciones Unidas, el ocho de marzo como día internacional de las mujeres trabajadoras.
Esto se celebraba cuando sorprendimos a Mati con esta ternura posando para la fotografía con su amiguita Laurita. Y si bien es válido el proceso de libración de la mujer, no es correcto separarlo de la explotación del trabajo en su conjunto, porque es dividir el fenómeno humano que hemos llamado hombre, pero que implica la unidad indisoluble de lo humano: Mujer y Hombre.
Estamos por la liberación femenina, pero también por la masculina. Los varones también están sometidos a la concepción machista. Es necesario liberarnos de ambas dominaciones: la del trabajo y la de la concepción machista de la vida.
Por ello, mucho antes de que Mati naciera, ya escribía para mis estudiantes:
La mujer no solamente es luna
también es Sol,
no solamente es amada
también sabe amar…
Sol y Luna
Mujer y Hombre:
Una sola liberación.