
Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
______ «El 12 de octubre de 1492, América descubrió el capitalismo. Cristóbal Colón, financiado por los reyes de España y los banqueros de Génova, trajo la novedad a las islas del mar Caribe. En su diario del descubrimiento, el almirante escribió 139 veces la palabra oro y 51 veces la palabra Dios o Nuestro Señor», reseñó en 2007 el escritor uruguayo Eduardo Galeano.
El 12 de octubre no es una fecha para celebrar, tras los rimbombantes nombres “Día de la Raza, Día del Descubrimiento de América o como se conoce desde hace unos años cuando las voces de algunos americanos se dejaron oír, Encuentro de dos culturas”, se trata de esconder el inicio del genocidio más grande y atroz de la historia humana. Antes de la llegada de los españoles en1492 se calcula que habitaban estas tierras unos 80 millones de personas, para el año 1700, dos siglos más tarde, la cifra había bajado dramáticamente a 5 millones, un exterminio de aproximadamente 400 mil personas cada año, esto, sin tener a la mano bombas nucleares, cámaras de gas, gas mostaza o armas biológicas, aunque trasladaron de Europa enfermedades letales para los aborígenes, sarampión, viruela, gonorrea y otras.
Esta invasión del imperio español dejó muerte a su paso, desolación, saqueo de los recursos y riquezas naturales. Los pueblos originarios fueron esclavizados, torturados, despojados de su tierra, su cultura y evangelizados.
Entre los hechos que generaron el exterminio indígena se pueden mencionar los siguientes: Enfrentamientos bélicos causantes de la desaparición total de diferentes etnias. Epidemias y enfermedades que trajeron a estas tierras los europeos; todas ellas desconocidas por los nativos, por lo que no sabían cómo combatirlas. Acuerdos entre indígenas y conquistadores no fueron honrados, son dominados y esclavizados. La evangelización, el ¨milagro de Dios¨ para la salvación de ¨aquellas almas¨ la religión como pretexto de la evangelización para someter los pueblos originarios, si se rebelaban los asesinaban.
NO es pues una fecha por la que nos podamos sentirnos orgullosos y mucho menos agradecidos.