EDITORIAL ¿PEREIRA CIUDAD CÍVICA?

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______Cívica: adj. De la ciudad o de los ciudadanos. adj. Relativo a la ciudadanía o a los ciudadanos como colectividad política. Relacionado con los deberes de los habitantes de un país o pueblo. thefreedictionary.com

Sinónimos: Ciudadano, civil, municipal

Civismo: Modo de ser o comportarse el ciudadano que cumple con sus obligaciones. Celo por las instituciones e intereses de la patria. Cuidado por las instituciones e intereses de una nación. thefreedictionary.com

Sinónimos: Altruismo, filantropía, generosidad, humanidad.

Machetes, picas, palas y otras herramientas se utilizaron mediante la convocatoria de los líderes sociales de la ciudad y la unión de la mayoría de pereiranos, especialmente, en el periodo de tiempo que transcurrió entre el 1920 y 1950, de allí se acuñó el término, “Ciudad cívica de Colombia”. Por medio de este esfuerzo ahorrativo y mancomunado se llevaron a cabo grandes obras en la Perla del Otún, a comienzos del siglo anterior la Catedral, más tarde el tranvía, las carreteras hacia el Valle, Quindío y Manizales. Hospital San Jorge, Aeropuerto Matecaña, y en los 70 la Villa Olímpica. La mayoría de las obras se hacían a punta de convites y la convicción “que a los pereiranos nada les queda grande”. Esa fue la impronta que identificó a los ciudadanos, nacidos y por adopción al asumir los retos de una ciudad joven, dinámica, que no contaba con buenos respaldos políticos en Bogotá para sacar adelante las obras, entonces, “manos a la obra”. Durante muchos años crecimos y maduramos con ese cuño heredado de los prohombres que forjaron la ciudad a comienzos y mediados del siglo XX.

Ahora bien, apunta un historiador “Comprender las formas como en su momento actuaron las elites y organizaciones cívicas de Pereira, para luego replantear los usos sociales del pasado, la excesiva mitificación de las gestas cívicas y determinar si las soluciones a las problemáticas contemporáneas se encuentran en el resurgimiento del espíritu cívico y el retorno a la edad dorada del civismo, o, por el contrario, se debe optar por nuevas formas organizativas y de expresión ciudadana., como también de un mayor compromiso del Estado. John Jaime Correa Ramírez, El civismo en Pereira o la pregunta sobre la vigencia del pasado en el presente.

Pregunto entonces, ¿era este el resultado de una ciudad cívica por antonomasia o era el afán de algunas élites por abanderar obras necesarias para su propio crecimiento político y social? Hoy, de cuando en cuando se recurre a frases donde el sustantivo es “civismo” para rememorar gestas pasadas, “debemos recuperar el civismo” o “retornar a épocas de desarrollo y progreso como se hacía anteriormente” se enarbola el estandarte del civismo pereirano, sobre todo, cuando los curtidos políticos locales ven asomar a la vuelta de la esquina unas nuevas elecciones.

Los pereiranos nos acostumbramos a ver “obritas”, problemas sociales que crecen al son del desgreño administrativo que propician los burgomaestres de turno: Seguridad, movilidad, infraestructura vial, cinturones de miseria en zonas de alto riesgo, microtráfico, drogadicción, corrupción en lo público, crisis social y un interminable etc. El clamor ciudadano por un cambio real lo quieren sintetizar en la recuperación de la Pereira cívica. La ciudad tiene los mismos problemas de Bogotá en las debidas proporciones, con el agravante que son ciudades de todos para reclamar y de ninguno para obrar, son ciudades amigables para los migrantes de otros territorios por diversas razones, oportunidades, conmiseración (limosna) entre muchas, mientras tanto los gobiernos de turno solo piensan en sus arcas y las de sus amigos, en los negocios macros de tierras, construcción, industria y comercio. Los que se lucran son pocos, aquellos que vacacionan y tienen sus cuentas en el exterior, la gran mayoría de ciudadanos son expoliados con impuestos y cuentas cada día más onerosas. Pereira se ha modernizado a la topa tolondra, hoy tiene un sinnúmero de problemas la Perla del Otún.

Se reconoce el esfuerzo de aquellas personas, todas, en su compromiso por forjar una mejor ciudad modelo de desarrollo en el país, no se puede desconocer, pero, no es hora de asirnos a hechos pasados, hay que tomar un nuevo impulso desde los principios de honestidad, trabajo y compromiso. Una ciudad cívica por convicción de sus ciudadanos, donde el civismo no sea una entelequia del pasado si no una forma de construir un futuro.

¿La manera? Recuperar la administración del municipio, planeación efectiva, inversión social, planificación urbana, respeto del POT para el mejoramiento de la calidad de vida de los pereiranos y la salvaguarda del erario. Para lograrlo se hace indispensable la elección de una persona idónea al frente del palacio de la 19 y a los inquilinos del concejo municipal, hay algunas personas que no pueden ser cooptadas o manipuladas por las maquinarias políticas enquistadas desde hace varias décadas en la administración pública de la ciudad. Existen personas idóneas, preparadas y con la experticia necesaria para enderezar el camino, tal vez una tercera vía.

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