
Por Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
____ Luego del receso de final de año en el cual la mayoría de los aspirantes a ser alcalde de la ciudad se borraron del mapa por diferentes razones: – Planeación de estrategias, ejercicios espirituales, vacaciones y recarga física y emocional, cuidado con el bolsillo en esta época de regalos, etc. – comienzan a tomar forma las posibles futuras candidaturas, las posibilidades y la fuerza proyectada a partir de alianzas con los tradicionales electoreros (quienes alegremente, la mayoría de las veces cañan con las cuentas de votos para negociar), también, las conversaciones – por ahora – interpartidistas, las muestras y sondeos de opinión de diferentes medios – redes sociales y equipos de campaña –, como precalentamiento para cuando comiencen a salir de todos lados las consabidas encuestas de opinión, cada una, con un patrocinador por conveniencia (escondido o expuesto).
Del lado del desgastado gallismo, llamado por ellos exageradamente, “el cambio” en minúsculas, su alternativa A Maicol Lopera no despega, por el contrario, genera gran resistencia en las comunidades, solo ahora aparece como salvador prometiendo el oro y el moro, cuando le faltó control político desde el Concejo de Pereira y se plegó a las iniciativas leoninas del alcalde Maya en contra de los intereses de ciudad. Lopera saben los ciudadanos es más de lo mismo, encarna el continuismo y la corruptela presente en dos periodos de gobierno de este equipo. Candidatura en picada.
Por los lados de Primero Pereira Mauricio Salazar tiene ganas de lanzarse nuevamente a la alcaldía de la ciudad (55.500 votos en las elecciones pasadas) por ahora solo se sabe de su deseo y el de su consorte desde la U. Su aspiración se ha descolorido con el paso del tiempo, el paso sin pena ni gloria por el Concejo municipal y la participación casi nula en temas de ciudad, salvo su exposición en redes sociales como animalista, le han bajado sustancialmente sus réditos electorales en estos tres años. Se habla entre bastidores, que carece de respaldos políticos y músculo financiero debido al fracaso de la pasada compaña, deudas económicas e incumplimientos con sus electores y líderes los han llevado en desbandada a otros lares. Candidatura débil.
Por los lados de los verdes la cosa está color de hormiga. La señalada por la representante Carolina Giraldo, la ambientalista Nancy Henao, inició su trabajo proselitista desde mediados del año pasado declarándolo abiertamente, después de deshojar margaritas entre la gobernación y la alcaldía de Pereira. Esto ha causado un desgaste inusitado, debido a la sobreexposición mediática por tanto tiempo, se reconoce su trabajo, el conocimiento en algunos temas, pero también, que adolece de experiencia en muchos aspectos de ciudad, sobre todo administrativos. Es una candidata que no enamora al electorado y día a día parece irse diluyendo en foros y eventos de escasa importancia. Candidatura estancada.
La contraparte en este partido es Diana Osorio con respaldos importantes como el representante Alejandro García, el ex rector de la UTP Luis Enrique Arango, sectores de la empresa privada y la academia. Apenas comienza a mostrarse en los albores de este nuevo año, con base a lo adelantado de manera silenciosa y juiciosa los últimos meses del 2022, acercamientos claves en diferentes niveles, ahora se perfila como una contrincante de peso en este partido, la trayectoria en la academia la empresa privada y el sector público la identifica como alguien a tomar en cuenta a la hora de definir si los alternativos (varios grupos en el pacto) tienen un solo candidato o como parece ser, el verde va solo a las elecciones. Candidatura en ascenso.
Dentro del Pacto Histórico, Carlos Alfonso Victoria, quien, por su cercanía al poder centrado en Bogotá pareciera ser el señalado para entrar en la disputa del aval como candidato de las vertientes alternativas que son parte del CAMBIO, no se le ve como candidato definido y con fuerza, con el suficiente arraigo en la ciudadanía para lograr esa representatividad, muy invisible. ¿Candidatura?
Carlos Andrés Hernández es el precandidato en lisa por el Movimiento Liberal Progresista de Risaralda MLP, quien parece ser una alternativa viable dentro de los movimientos y partidos que acompañaron al presidente Petro en su campaña. Este joven dirigente ha venido moviéndose en diferentes escenarios, posicionando su nombre y justa aspiración a la alcaldía de la Perla del Otún desde su óptica de progreso y experiencia alcanzada en el sector público como secretario de despacho y alcalde de Pereira durante unos meses. Los líderes barriales saben de él, de su compromiso, en su entorno se mueve, parte de la dirigencia política de la base, líderes del MLP y empresarios. Conocemos que, dadas las magníficas relaciones con gran parte de la administración de la ciudad, estos están migrando para apoyarlo. Candidatura en progreso constante.
Hay otra candidatura que comienza a hacerse visible, la de Martha Isabel Alzate, ex secretaria de despacho de Juan Manuel Arango, hizo parte de ese grupo político que manejó los destinos de la ciudad durante varios años. Políticamente estuvo tras bambalinas dedicándose a asesorías, columnas de opinión y a ser una voz sapiente de la política local. Ha gozado de un bien ganado respeto en las diferentes esferas de poder y de la ciudadanía, además tiene los suficientes merecimientos para adelantar esta aspiración. Preguntas ¿Por dónde lo hará? ¿Quiénes apalancan esta precandidatura? ¿Se hará por firmas? Méritos, los tiene, capacidades, también, es una alternativa a tener en cuenta. Candidatura en proceso.
Hay otros candidatos a los que difícilmente les alcanzará para hacer alianzas finales y partidos como el CD, el conservatismo que no tendrán representación propia en estos comicios y estarán buscando adherir a los candidatos de la continuidad.
Aún estamos en el amanecer de este año político en donde la tarea asignada es, consolidar el ejercicio de CAMBIO que se marcó en las dos elecciones del año pasado y así jubilar a los políticos corruptos de toda la vida, que gocen del uso del buen retiro y algunos, lo creemos, tras las rejas.