DOS POBRES PRESIDENTES.

Por Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com

_______ En el imaginario colectivo de la historia mal contada, o mejor, acomodada de nuestro país, hay dos políticos antioqueños que alcanzaron la presidencia de Colombia y han trascendido por lo que llamaríamos hoy día, narrativas de superación personal como culmen de inteligencia, para ser abonados sin méritos en los anales históricos de este país. Fueron protagonistas de sucesos de no muy grata recordación, pero la memoria es débil, las memorias de la historia las escriben y cuentan quienes tienen el poder.

Marco Fidel Suárez

(Hato viejo, hoy Bello, 1856 – Bogotá, 1927) Escritor y político colombiano, presidente de Colombia entre 1918 y 1921. De origen muy humilde, quiso ser sacerdote pero su condición de hijo natural se lo impidió.  “Con su hermana Soledad vivían con su madre, en una chocita con piso de tierra y techo de paja en la parte alta del pueblo. Rosalía (la mamá) ganaba lo necesario para el sustento de la familia, lavando ropa y amasando galletas que Marco Fidel vendía antes de ir a la escuela.”

“Desempeñó en su juventud diversos cargos subalternos: Portero de la Biblioteca Nacional, empleado del Banco de Colombia, de un colegio, etc.; jamás abandonó el estudio y pudo así ir adquiriendo una sólida preparación, especialmente en lo que se refiere al derecho internacional, su posición conservadora de hombre de derecho lo fue llevando a los puestos de diputado, senador, ministro de Instrucción Pública y de Relaciones Exteriores y finalmente a presidente de la República, cargo que abandonó antes de que expirara su mandato, ante el feroz ataque de que era objeto en el Congreso”.

El gobierno de Marco Fidel Suárez resultó contradictorio desde sus inicios, pues a la vez que promulgaba la caridad cristiana, la benevolencia y la ayuda de los ricos a los pobres como la mejor solución a los nacientes problemas sociales, su posición fue abiertamente hostil a las reivindicaciones obreras. Su gobierno definió una política exterior abiertamente pronorteamericana (su lema: mirar al norte), lo que correspondió en parte a la nueva situación creada por la Primera Guerra Mundial, que acentuó la hegemonía económica de los Estados Unidos y a situaciones locales como la firma del tratado Urrutia-Thomson y la política petrolera en lo referente a las concesiones. En octubre de 1920 se inició una grave crisis económica: el café se cotizó entre 10 y 11 centavos la libra y el dólar se pagó al 130 por ciento, esta crisis se acentuó ante la proximidad de las elecciones presidenciales y la división del partido de gobierno, lo que tuvo como consecuencia un gran descontento y desórdenes sociales, debidos también, a la intención de facilitar la aprobación del tratado con los Estados Unidos.

Suarez fue respaldado por las mayorías del partido conservador, cuya hegemonía en el poder venía desde el gobierno de Sanclemente en 1898 hasta que terminó en1930 al final del gobierno de Abadía Méndez, este, tristemente célebre por la masacre de las bananeras. “Desde un principio, la candidatura suarista contó con el apoyo incondicional de Monseñor Bernardo Herrera Restrepo, quien ordena a sus presbíteros que desde el púlpito arenguen a los feligreses para que se animen a votar por Marco Fidel Suárez, “católico, apostólico y romano”, amigo del tesoro de la iglesia y protector de todos los principios cristianos. Don Marco se enorgullece al sentirse respaldado por los representantes de Dios en la Tierra, y el pueblo, sobrecogido y manipulado por los rezos y las oraciones, acude a las urnas para apoyar al gran beato conservador”.

Los ataques por parte de los copartidarios, su arrodillada postura ante EEUU y la falta de gobernabilidad dieron al traste con esta tambaleante y quebrada administración. Entre los escándalos más sonoros que tuvo, está uno en que el jefe de la guardia presidencial sacó varios soldados y ordenó disparar en contra de una multitud que protestaba, treinta muertos y numerosos heridos quedaron tendidos en la calle. Suárez, de rodillas le pide perdón a Dios por la masacre cometida. En 1921, luego de conocerse la solicitud de un préstamo en un banco de Nueva York respaldándolo con su salario de presidente, el Senado aprobó una moción de censura en su contra y el 26 de octubre, fue acusado de “indignidad” ante la Cámara de Representantes, el 4 de noviembre de 1921 renunció a la presidencia.

 

Belisario Betancur Cuartas

(Amagá, febrero 4 de 1923- Bogotá, diciembre 7 de 2018). Hijo de Rosendo Betancur y Ana Otilia Cuartas, Belisario inició sus estudios en la vereda El Morro de la Paila, donde nació, luego los continuó, becado, en el Seminario de Misiones de Yarumal. Se graduó de bachiller en 1941 y de doctor en Derecho y Economía en 1947, con la tesis «El orden público económico», en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. También recibió el grado de Doctor honoris causa en Humanidades de las Universidades de Colorado y Georgetown (Washington). Tras su graduación trabajó como periodista para varios diarios y revistas, en cuyas páginas puso de manifiesto tanto su erudición como sus ideas conservadoras. En 1963 fue nombrado ministro de Trabajo en el gabinete de Guillermo León Valencia, y entre 1976 y 1978 fue embajador en España. En 1982, tras haber sufrido tres derrotas electorales, Belisario Betancur fue elegido presidente de la República.

“Su presidencia estuvo marcada por dos hechos trágicos distanciados apenas por días, en noviembre de 1985: el “holocausto” del Palacio de Justicia —operación temeraria de la guerrilla del M-19 en el centro de Bogotá, agravada por la respuesta del ejército— y la erupción del volcán Nevado del Ruiz —que provocó una avalancha que sepultó el poblado de Armero, con un saldo de decenas de miles de muertos”.

Aunque se reconoce que en gran parte de su mandato trató de firmar la paz con los diferentes grupos guerrilleros, el establecimiento, encabezado por el comandante del ejército Miguel Vega Uribe y el ministro de defensa Fernando Landazábal Reyes se opusieron firmemente a este plan del gobierno, el ministro renunció al conocer una reunión del gobierno con el M-19, lo sucedieron Matamoros D’costa y Vega Uribe, finalmente el timorato primer mandatario no impuso la autoridad de la que estaba investido.

El 6 de noviembre de 1985 el Palacio de justicia fue tomado por un comando guerrillero del Movimiento 19 de abril (M-19), el trágico final fue de 101 muertos, entre ellos 11 magistrados, 11 desaparecidos y numerosos heridos. Betancur fue encerrado en palacio y los militares tomaron el mando, ignoraron las súplicas del presidente de la Corte Suprema y aislando durante varios días al presidente de Colombia. Es conocido el hecho de transmitir un partido de futbol por orden de Nohemí Sanín ministra de comunicaciones mientras los militares se tomaban el palacio de justicia a sangre y fuego, durante tres días ellos se tomaron el poder.

Siete días más tarde el miércoles 13 de noviembre de 1985, ocurrió la erupción del volcán Nevado del Ruiz. El gobierno había recibido advertencias por parte de múltiples organismos vulcanológicos desde la aparición de los primeros indicios de actividad eruptiva del volcán desde el mes de septiembre, la erupción era inminente. Iván Duque Escobar ministro de minas hizo caso omiso a estas alertas y en Bogotá hicieron oídos sordos al clamor del alcalde de la localidad de Armero y de organismos especializados, el trágico resultado, más de 26 000 muertos, solo en este municipio del Tolima. Este funesto y lamentable hecho fue una cortina de humo para ocultar el holocausto del Palacio de Justicia y el golpe de estado que le dieron al presidente durante unos días.

La historia ha tratado bien a estos ex presidentes, a Belisario hace unos días le conmemoraron los 100 años de su nacimiento, también han nombrado claustros y eventos nacionales en su honor, han acuñado el término de “presidente de la paz”. Suarez es modelo de ser humano en las escuelas y colegios públicos de pequeñas ciudades y pueblos de Colombia, un arquetipo de la superación e ideal a seguir por los humildes, estaría bien si fuera cierto del todo.

Los dos fallecidos ex presidentes solo fueron los trompos de poner en dos épocas convulsionadas en la historia nacional, del poder político y económico, utilizados por la clase política como instrumentos en el intrincado escenario social del siglo XX de nuestro país. Por sus orígenes humildes estuvieron siempre subordinados a quienes realmente ejercían el poder en la nación. DOS POBRES PRESIDENTES, pobres si, pero de carácter.

Dato a parte: jefe de gabinete de Betancur, el político de La Celia Juan Hurtado Cano. Dios los hace y el diablo los junta.

 

https://panoramacultural.com.co/historia/8005/el-derrumbe-de-marco-fidel-suarez

https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Marco_Fidel_Suarez  https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/suarez_marco.htm

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/betancur.htm

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