EL BARRIO, TUYO, MIO Y NUESTRO.

Por: Leonardo Franco Arenas / www.latardedelotun.com

______  Def. Es la subdivisión de una ciudad o pueblo, que suele tener identidad propia y cuyos habitantes cuentan con un sentido de pertenencia. Un barrio puede haber nacido por una decisión administrativa de las autoridades, por un desarrollo inmobiliario (por ejemplo, un barrio obrero creado alrededor de una fábrica) o por el simple devenir histórico.

Esta es una definición simple, textual; lineal y real, sin alma. Barrio es otra cosa, es sinónimo de nuestra casa, del entorno natural que nos ha llevado a afirmar un sentido de pertinencia por una zona, pero más que eso, por las personas a quienes coloquialmente llamamos “vecinos”.

Esta zonificación distinguida por los afectos se encuentra en todas partes del globo, especialmente en Latinoamérica y África, en otras latitudes se ha desvirtuado este concepto por la deshumanización de las sociedades, los bloques de apartamentos reemplazaron las calles y casas y sus límites son marcados por muros, mallas y rejas.

Volvamos al barrio latino, a la barriada reconocida y valorada por ser nuestro lar, estos lugares dónde crecimos como familia, nos educamos y fuimos productivos. Allí donde los romances primarios se enmarcaron casi siempre entre miembros del barrio, pero con parejas de otras cuadras, porque los de la misma calle somos familia y es casi una relación “incestuosa” llevar una relación así.

En fin, sabemos de todos los vecinos, del tendero (los fiados) los panaderos y los propietarios de los negocios de esa zona. La modista, la enfermera, el electricista, el zapatero, los conocemos con nombre y apellidos, hijos, padres y hasta los amigos. El barrio crea y fortalece lazos, los trasciende a través de los años y la descendencia. Las familias se apoyan, participan en actividades comunales y en acompañamientos dolorosos que hacen parte de la vida social de la barriada.

Hay barrios populares, obreros, de clase media, algunos construidos por el gobierno, otros por la necesidad y el esfuerzo comunitario; los convites, festivales, eventos deportivos y culturales hacen parte del decorado continuo y la vida social de estos territorios, aquí las diferencias económicas o sociales no existen, todo se mira bajo el mismo rasero.

En estas barriadas sobresalen aquellas personas empáticas que por iniciativa propia están pendientes de las necesidades de sus residentes, en casas, cocinas y en el entorno, son los líderes de barrio; aquellos seres que andan pendientes de los quehaceres para mejorar la calidad de vida de sus vecinos, llevando a cabo gestiones en diferentes niveles para atender las carencias y dificultades de sus conciudadanos, se mueven como peces en el agua por oficinas, hospitales, entidades de la ciudad y diferentes espacios del barrio haciendo su tarea como dirigente barrial, sin ni siquiera haber sido elegido.

El barrio es el lugar donde la vida se vive, allí están nuestras casas, familias, amigos, vecinos, las personas con quienes compartimos nuestra vida. También es un espacio de opinión, discusión y construcción colectiva desde la escala más pequeña de la ciudad, para generar procesos participativos, de dialogo y acompañamiento entre la comunidad.

Tengo la fortuna de conocer varios líderes barriales, entre ellos sobresale por su espíritu de servicio, la lideresa María Eugenia Acosta, conocida como MARU LA DEL BARRIO. Mis respetos y admiración.

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