Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
_______ Réquiem por el liberalismo progresista en Risaralda.
- El ejercicio político que inició en un punto de quiebre de la nación como el nuevo aire al desgastado partido liberal, con la esperanza de retomar la senda marcada por sus fundadores y continuada por prohombres librepensadores defensores de la socialdemocracia el bien común y las ideas propiamente liberales, se desinfló, naufragó en un charquito insignificante construido por unos pocos, egos condicionados en intereses individuales de apetito burocrático. Estos cuatro o cinco dirigentes que propusieron hacer parte del CAMBIO y enarbolaron banderas, convencieron con su discurso oportunista una gran masa de liberales de base, pero ellos mismos se encargaron de enterrar ese buen propósito; sus costumbres marcadas por las antiguas prácticas politiqueras, dieron al traste con este magnífico proyecto.
- El colectivo, vivo, participante en un principio, se fue desgranando y ese valioso grupo de copartidarios de este nuevo ejercicio político se diluyó, quedaron los mismos cuatro o cinco personajes marcando la ruta y dando las órdenes. En el camino se fueron desmontando participantes valiosísimos que no aplaudieron el rumbo, ni los objetivos que le dieron sus autoproclamados directivos, quedando un escuálido grupito de politiqueros.
- Proclamaron un precandidato a la alcaldía con el fin de negociar en el camino con otro candidato, en una jugada, como se advirtió con antelación, que estaba prevista desde antes. Posteriormente las relaciones entre estos personajes se rompieron abrupta y agresivamente, desbaratando los canales de comunicación e intereses comunes por la avidez de estos jefes autoproclamados. El protagonismo y la imagen del Liberalismo Progresista de Risaralda languideció rápidamente hasta perderse de manera total en una representación del partido Fuerza ciudadana que avaló la débil lista al concejo junto a Gente en Movimiento, grupo significativo de la familia Lizcano de Manizales. La falta de liderazgo de esa junta directiva provisional elegida entre ellos y las evidentes equivocaciones para lograr los objetivos trazados desencadenaron la desbandada, amén del silenciamiento grosero a quien quisiera disentir.
- ¿Carlos Caicedo y la directiva nacional de Fuerza ciudadana estarán al tanto de lo sucedido en Risaralda? Los apoyos dados a Juliana Enciso a la gobernación, a Steven Cárdenas a la alcaldía de Pereira, dos fichas del clan Merheg y a la alcaldía de Dosquebradas a Tatiana López, heredera del nefasto Diego Ramos, va en contradicción con la ideología de Fuerza ciudadana que “es un partido socialista democrático; que impulsa el poder popular, la economía cooperativa y solidaria, las ideas ecologistas y feministas, la defensa de los bienes públicos y comunes, la igualdad y justicia social” hace parte del Pacto histórico junto a Gente en Movimiento, nada puede ser más discordante e incoherente en un movimiento político.
- Dejaron tirado al buen candidato a la alcaldía de Dosquebradas Juan Pablo Cano, quien al no poder cumplir con las exigencias de este grupito el día 7 de septiembre lo dejaron a mitad de camino y adhirieron a Tatiana López.
- Los intereses particulares dieron al traste con lo que pudo ser una nueva oportunidad política en Pereira y Risaralda, el apetito desmedido de unos pocos acabó con el interés colectivo del liberalismo progresista en esta parte del país, por algo, el gobierno nacional puso el freno de mano a las solicitudes desde este sector y ellos ahora van lanza en ristre contra el gobierno, sumándose a la oposición intransigente e irracional.
- Les salió el tiro por la culata y sus intenciones de poder quedaron consumidas, pero como dice el dicho “vacas viejas no olvidan el portillo” Q.E.P.D el Liberalismo progresista en estas manos. Existe un documento enviado desde Pereira a Carlos Caicedo y la directiva de Fuerza Ciudadana exponiendo los entuertos, por parte de terceros.