Por: Zahur Klemath Zapata / www.latardedelotun.com_____
El 5 y 6 fue una forma de apostar los fines de semana en el Hipódromo de Techo de Bogotá. Quizás algunos se acuerden de esos tiempos. No quiero decir que fueron mejores tiempos, solo fue el tiempo pasado que queda pegado como el sudor en la piel.
Este domingo 29 están programadas otras elecciones con diferentes jinetes, caballeros andantes que se disponen a correr la gran carrera para puestos públicos donde está el botín para los ganadores.
Todo es un albur en estos momentos, cada uno sueña con llegar a la meta y se siente seguro que va a ganar. En su interior hace todas las conjeturas de los votos que van a depositar según sus arreglos con los caciques, los jefes de cuadra y todo aquel que se arrima a ofrecer sus votos a cambio de algo.
Todo es un albur en la realidad de lo que viene y nada va a salir con la dinámica que se puso para las presidenciales. Ahora es repartir el país entre miles de concejales, alcaldes y gobernadores. Después que esté repartido el país, es que se comienza a ordeñar el erario mientras los contribuyentes hacen sus pagos de impuestos.
Todo es natural, ya hay la costumbre de pagar el IVA, predial, patrimonio, valorización, 4Xmil más la vacunas de los que están en el monte reclamando otra patria que está entre los fusiles y la extorsión de otros elegidos por ellos mismos.
Aquí no hay nada nuevo, simplemente repetir lo que ya estamos acostumbrados a hacer porque así se nos enseñó que así funciona un país.
¿Quién tiene la razón en una sociedad donde todos son ciegos, sordos y mudos? Y quienes están empoderados son personajes que están en la cadena evolutiva en la adolescencia.
Es difícil entender lo que está pasando si el que razona está en la caverna tratando de dibujar los animales que lo acechan.
No se trata de estudios o estudiosos si no hay evolución. Es más importante tener la capacidad de la razonabilidad que ser inteligente. Porque uno lo lleva a entender y dilucidar lo que está pasando y para dónde va la manada y cuál será el final. Y la otra es simplemente seguir el instinto animal y seguir el curso que indica el cacique para que él pueda gobernar a su saber y entender.
Si va a haber algo diferente en estas elecciones que nunca hemos visto, estamos saliendo de la caverna colombiana.