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Basilia Murillo, reconocida lideresa y cocinera tradicional del Pacífico falleció en Cali. Era reconocida por rescatar la cocina tradicional del pacífico desde su restaurante en la Galería Alameda.
En 2022, la Cámara de Representantes exaltó la labor de la cocinera chocoana por ser una de las más destacadas portadoras de la gastronomía del Pacífico. Basilia también ganó reconocimientos como el premio “La Barra”, que ha servido para la producción de documentales nacionales e internacionales.
Basilia nació en el Chocó, pero se crio en la capital vallecaucana. Su restaurante ‘Arroz Basilia’, era de los preferidos de muchos de los caleños que visitaban esta emblemática galería. Con su gastronomía siempre buscó rescatar la tradición del Pacífico.
“Mantengo muy enfocada en lo que es rescatar nuestra tradición, porque igual cuando uno llega a la ciudad, y va perdiendo esas tradiciones que se viven en el pueblo. Además, mi restaurante lleva el nombre ‘Arroz Basilia’ porque ese es el plato que mi abuela siempre hacía, siempre estoy haciéndole como el homenaje a mi abuela porque ella no decía “no hay nada que comer”, ella solucionaba todos los días un plato en la mesa”.
Su restaurante ganó tres premios La Barra en 2019. Entre estos, ser reconocido como el mejor comedero de plaza de mercado en Colombia. Basilia soñaba con “tener el mejor restaurante de Colombia” y para algunos de sus más fieles comensales, este lo era.
Un legado de tradiciones
Se encargó de enseñarle la tradición a sus hijos, puesto que para era ella “la cultura de cada región, y de cada país es importante”
“Cuando mis hijos estaban pequeños, ellos querían un televisor en su alcoba, lo que yo hacía era traérmelos los fines de semana y vacaciones a ayudar. Podían ayudar en algo muy, muy mínimo, yo les pagaba por hacer un trabajo y con eso reunían para ellos comprar lo que querían. No se los di todo, porque yo soy madre cabeza de hogar”.
Asimismo, Basilia consideraba que había muchas otras bonitas tradiciones por rescatar como “las comparsas, la música, la fiesta”, y por supuesto la gastronomía.
A pesar de no haber nacido en Cali, para ella este se había convertido en un lugar importante en el cual aportar a la preservación de cultura del Pacífico.
“Para mí, para mí Cali huele y sabe a Zapote, me fascina. Cambiarse de un territorio a otro siempre es difícil porque tú tienes que dejar a un lado una costumbre para moldearte a otras costumbres”.
Paz en su tumba.