
Por: Leonardo Franco Arenas / www.latardedelotun.com________
- Los lamentos de Uribe. Para el ex presi, su hermano solo es una víctima de la izquierda castrochavista encabezada por Petro y que todo es un burdo montaje para encarcelar a este honorable “apóstol” de la paz y el trabajo. Se le olvida al señor del Ubérrimo que si esto fuera así no hubiesen sido asesinados y desaparecidos la mayoría de los testigos de este caso. La JEP ya identificó con pruebas irrefutables que fungió como líder de esta banda delincuencial en esa zona de Antioquia. Con el poder del que ha hecho ostentación el ex presi los últimos treinta años un inocente no estaría en la cárcel, solo trata de politizar un caso que es de la Justicia ordinaria contra un criminal de marca mayor.
- Pegasus,”aquí no ha pasado nada”. Algunos grandes medios de comunicación y la mayoría de los políticos de la derecha colombiana, ansiosos de recuperar el control del Estado han creído quitarse de encima ese elefante que significa el tema Pegasus, y todas las implicaciones que se han generado desde que se supo de su irregular compra. Dan por descontado que el hecho está enterrado y las investigaciones en torno a este espinoso tema han llegado a su fin, pero como dice el dicho popular, “están meando fuera del tiesto”. Todo lo que rodea este asunto es turbio, poco claro, rayando en actos delincuenciales, espionaje, montajes en contra de la oposición y ahora de seguridad nacional. No se pueden pasar por alto las tardías declaraciones de funcionarios gringos que admiten la injerencia de ese país en asuntos internos de Colombia. A ese cuento le faltan varios capítulos y la madeja apenas comienza a desenredarse, por eso el inepto gobierno anterior no puede respirar tranquilo porque sucedieron cosas muy graves y se están investigando.
- Trump, la maravilla. El whisky se escanció abundantemente en los encumbrados círculos de la derecha colombiana al conocerse la noticia del triunfo de Donald en EEUU. Abrazos, discursos y declaraciones se dieron en torno a lo que algunos llamaron la luz de la esperanza para Colombia y el mundo en recintos privados de las principales ciudades del país, Miami y NY. Se olvidan dos cosas: Uno, que el mono es pragmático en las relaciones internacionales, no olvidemos sus vínculos con Rusia y Corea del Norte, países que propiamente no son líderes mundiales del capitalismo; tampoco sus acercamientos con China al final del mandato. Dos, La forma displicente y descortés con que fue tratado Duque y su séquito de lamezuelas por el gobierno Trump, todo por el nulo reconocimiento internacional de este señor, sus posiciones pusilánimes al defender al país y su falta de liderazgo. Hoy el caso es totalmente diferente con el mandatario de Colombia. Entonces amigos Trumpistas de la derecha colombiana no canten victoria, más bien ténganse de atrás porque los pueden sacar con una patada donde sabemos.
- Gallo tapao de la derecha. Han dado un paso adelante las coronelas y coroneles del Centro Democrático y otros partidos tradicionales, levantaron la mano para ser tenidos en cuenta como el antagonista del candidato del progresismo en las próximas elecciones. Están ya en campaña casi cuarenta posibles aspirantes de todos los pelambres pero de la misma línea ideológica. De estos precandidatos, los serios aspirantes quienes se creen con más derecho son doce aproximadamente, desafortunadamente para ellos no será ninguno de ellos, Ni Vargas Lleras, ni la Cabal, ni Miguelito, tampoco Barbosa y mucho menos el empresario paisa que vive en Londres que quiere a Zapateiro como su Min defensa, NINGUNO. El candidato vive hace muchos años en Washington, burócrata de importantes organismos multilaterales, quien hace parte del rancio linaje bogotano y ahora tiene hermano senador republicano en EEUU, es Luis Alberto Moreno, eso está casi cocinado, los demás que se bajen del bus.
- Que siga El Plateado como república independiente. Los contrastes en la oposición inteligente especialmente de los medios de comunicación tradicionales, y oportunistas políticos que mantuvieron la boca cerrada durante décadas, cuando se hablaba de El Plateado como una zona inexpugnable para la fuerza pública, allí los grupos al margen de la ley, guerrillas o paras cohabitaban con bandas delincuenciales en torno a las economías ilícitas, coca, marihuana, oro y otros minerales. Sin Dios y sin ley, desde este corregimiento de Argelia se daba el precio del gramo, kilo o tonelada del producto que se comerciara. Con este cóctel explosivo la violencia no estuvo lejana del territorio sobre todo contra la fuerza pública que optó por retirarse de allí. Petro de manera soberana dio la orden de recuperar la región a sangre y fuego y se logró, hoy el Estado hace presencia no solo con las fuerzas militares, también con programas de desarrollo social y económico. Ahora los editorialistas y las notas periodísticas de esos grandes medios desestiman este logro, han infravalorado el esfuerzo de los militares, pareciendo que El Plateado debería seguir siendo una república independiente. “Tienen huevo”.