ELN Y SU NULA DISPOSICIÓN A FIRMAR LA PAZ.

EDITORIAL 20.01.25_______

www.latardedelotun.com________

La semana anterior el presidente Gustavo Petro se desplazó a Tibú en Norte de Santander para presidir un consejo de seguridad debido a la escalada de violencia que se vive allí, especialmente por el enfrentamiento entre facciones del ELN y disidencias de las FARC que actúan en esta región y dejan a la población civil inerme en medio de los enfrentamientos. Petro es el primer presidente que tuvo el valor de llegar hasta este convulsionado territorio, demostrando que para el Estado no hay lugares vedados. En el consejo de seguridad realizado no descartó la posibilidad de declarar la conmoción interior para enfrentar este reto de orden público

Hoy lunes 20 de enero el primer mandatario reafirma la orden a las fuerzas armadas de combatir al ELN con todos los medios debido a esta crisis que deja hasta ahora 80 muertos y más de 10 mil desplazados.

Históricamente la guerrilla del ELN ha sido la más renuente a aceptar una agenda seria que permita el desescalamiento de la guerra con las diferentes facciones de esa organización armada en los distintos territorios. Son conocidos por la opinión pública los diferentes escenarios y mesas  de paz a las que inicialmente han asistido, comprometiéndose a dialogar de paz, plantear sus exigencias y escuchar la posición de la contraparte para llegar a un acuerdo final. Hasta el momento este objetivo ha sido imposible por una u otra razón esgrimida en su momento por los representantes del comando mayor, ellos, se paran de la mesa e interrumpen los procesos sin dar explicaciones.

El presidente declara, «El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá. Nosotros, el Gobierno, estamos al lado del pueblo». Es una declaración con un alto costo pero que se veía venir desde hace mucho tiempo, el actuar de esta agrupación está más cerca de parecerse a una facción paramilitar.

Corredores estratégicos y la gran producción de hoja de coca hace de este territorio de gran valor para las diversas manifestaciones delincuenciales que operan en Colombia. Los principios de lucha armada guerrillera se perdieron en el tiempo y ahora son los intereses económicos del lucrativo negocio del narcotráfico los que marcan las conveniencias.

Se les llegó la hora, la guerra es una instancia final y el peor de los escenarios, donde el triunfo para cualquiera es improbable, eso está demostrado, hoy es el único camino que le queda al Estado, combatir este grupo. Con la guerra perdemos todos pero en estas circunstancias hay que combatirlos y dar apoyo al gobierno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *