COMPINCHERÍA ENTRE RATONES Y GATOS.

Por: Leonardo Franco Arenas / www.latardedelotun.com_______

Durante muchos años se consolidó y se mantuvo en Colombia una relación ambivalente en un contubernio descarado entre los “ratones” del erario y sus conspicuos encubridores gatos bandidos de los organismos de control y justicia.

Es decir, lo que en la naturaleza es casi un imposible, en la tragedia cotidiana de nuestro país tristemente se hizo realidad. Los avezados ratones patrocinados por los poderosos dueños de esta macondiana nación, han actuado consientes de la impunidad que los ha protegido, comen el queso o todo lo que pueden y los gatos de la justicia se encargan de tapar sus cagadas y dejar todo limpiecito. Cabe anotar para no ir muy lejos, que en estos últimos 30 años el listado de estos hampones es largo,  aunque fácilmente podría reconocerse el mismo ejercicio los últimos 70 o dejarlo sin discusión en los 205  años desde la independencia de España. Recordemos que las ricas familias neogranadinas se apoderaron de todo y aún no lo quieren soltar, esos apellidos con algunas convenientes mezclas son los mismos que ostentan hoy el poder.

La diferencia capciosa es que antes se convivía bajo unas condicionantes éticas, temor al escarnio público y la honradez de algunas familias o grupos (sin mucha abundancia) presionaban socialmente a los individuos y sus actuaciones las excluían del entorno cuando eran descubiertas, por ello la profusión de “ovejas negras” en las parentelas. Vale la pena indicar que en esas épocas había otro tipo de comportamiento social, al menos era lo que se aparentaba.

Hoy el escenario es alarmante, basta observar los casos verídicos del gobierno anterior en donde el descaro de funcionarios públicos de primera y segunda línea para manejar los recursos públicos como cuentas privadas con destino a los jefes. También los comportamientos delictuosos del entorno cercano al ejecutivo, familiares y amigos, robos, estafas, homicidios etc. Estos ratones de estrato 6 andan orondos en excelentes destinos turísticos internacionales, algunos jefes se pavonean en espacios académicos y sociales prestigiosos en capitales del mundo, tiesos y majos, criticando al actual gobierno y pontificando sobre lo que nunca les interesó solucionar. Viven espléndidamente con sus fortunas en dólares y euros en paraísos fiscales burlando socarronamente la justicia, disfrutando estos malandrines de lo logrado a través del bandidaje por años.

Por último hay que anotar sobre la significativa labor de los gatos, los secuaces tras bambalinas camuflados en instituciones de control y justicia: Archivan expedientes y casos, declaran inocentes a bandidos, recurren a vencimiento de términos, prescripciones, condenas ridículas y un larguísimo etc. La falta de justicia es innegable, la impunidad a este nivel es incontrovertible, esa la labor de los gatos, tapar la mierda de los ratones y sus patronos y esto causa enojo en la Nación.

La esperanza es que vivimos un cambio y esos sucesos pretéritos se deben castigar y asegurar que no se vuelvan a repetir. Por último, lo más detestable es que algunos pusilánimes sostienen que todo comenzó hace dos años.

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