
Por: Leonardo Franco Arenas / www.latardedelotun.com_________
Solamente en nuestro país suceden cosas que en ninguna parte del mundo podrían verse. La última tiene que ver con la oposición política (y en otros aspectos) al gobierno actual, una oposición implacable, ciega, apegada al ínfimo detalle para desplegar narrativas injustas e infundios a base de argucias, sustentadas en el “presuntamente” para causar el mayor daño y escudarse en esta palabra que los exime de responsabilidad penal.
La tal oposición no son los dirigentes de los partidos de ultraderecha, tampoco los predecibles y obtusos candidatos de esas colectividades y menos los corrillos de áulicos que los siguen como recua en busca de una prebenda a falta de convicciones. ¡NO! ellos no son la oposición, esta feroz barahúnda la conforman los medios de comunicación corporativos quienes no tienen el mínimo asomo de vergüenza, la ética periodística y los principios se les fueron a los jarretes.
Solo sucede en Colombia, aquí pasan cosas increíbles, estos medios y comunicadores olvidaron que el periodismo respeta y promueve el Estado de Derecho, la ley, los derechos humanos, la verdad, la justicia y el marco general de lo anterior que es la Constitución. La libertad de prensa y la crítica se deben respetar siempre y cuando, la verdad y el bien común sean el frontis de la información.