EDITORIAL: ¿AL ALCALDE DE PEREIRA QUIÉN LO RONDA?

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En el refranero de la cultura popular se reconoce la expresión ¿Al alcalde quién lo ronda?, que tiene una gran implicación en la preocupante realidad que se vive en la Perla del Otún. La anterior es una pregunta oportuna por lo que diariamente viene aconteciendo, válida, por el proceder de la cabeza de la administración municipal, un comportamiento que se ha vuelto paisaje y que parece no importarle a nadie, al menos en estos momentos, veremos cuando pase su cuarto de hora y el municipio quede con la olla raspada y engrampado con deudas de vigencias futuras y otro tipo de empréstitos.

La realidad actual es que las conductas administrativas (acciones, omisiones y decisiones) a cargo del alcalde, parece que van en contravía de los principios de un buen gobierno.

No es ético y mucho menos legal el soporte que parece haber desde la alcaldía a la gestora social de Pereira y esposa de Mauricio Salazar en su aspiración y campaña al senado. Sin asomo alguno de vergüenza programan desde la administración municipal semanalmente eventos multitudinarios de todo tipo, (sociales, deportivos, culturales, de capacitación, celebraciones o acontecimientos relevantes), esto significa ni más ni menos que un apoyo ilegal disfrazado.

Los ciudadanos terminamos pagando la campaña de la señora Noreña con recursos del erario, que son camuflados como el “servicio social de la gestora y la administración”. Hay que recordar que la figura de «Gestora Social» o «Primera Dama» NO ES un cargo público ni tiene alguna función administrativa. El papel que cumplen es solamente apoyar algunas iniciativas de carácter social y de protocolo, pero no pueden tener alguna injerencia en la gestión administrativa del alcalde.

¿Al alcalde quién lo ronda? ¿Quiénes vigilan y hacen el control? ¿En dónde están la Procuraduría, representada por la Personería municipal, la Contraloría? ¿Cuál es la labor y misión del Concejo Municipal?

En el caso de los dos primeros entes, hacen la manguala porque son afines al alcalde de turno para hacerle la procesión a la administración. El Concejo es cooptado con contratos y burocracia para que aplaudan como focas las arbitrariedades del gobernante con base en leguleyadas a pupitrazo limpio que luego son tapadas por los organismos de control, cerrando el círculo.

De otra parte, los medios de comunicación tradicionales como también la mayoría de medios digitales y alternativos le hacen la corte a la administración, callan y manipulan la realidad enfocando sus contenidos en socializar y publicitar al mandatario local por pauta, puestos a familiares, regalos, invitaciones a eventos, desayunos y quién lo creyera hasta refrigerios, son las dádivas entregadas para que no denuncien y hagan público el desgreño a la ciudadanía.

Los veedores y colectivos ciudadanos que son la primera línea en el control de la administración brillan por su ausencia, algunos se vendieron, otros guardan silencio por los favores y darse vitrina, muy pocos denuncian valientemente de manera comprometida y juiciosa.

La ciudad manga por hombro, el alcalde enfocado en la campaña de su cónyuge y jefa inmediata, tratando de posicionarse como  Tik Toker y You Tuber e invirtiendo grandes sumas del presupuesto en publicidad. Mientras tanto, los problemas de la ciudad se multiplican, delincuencia, homicidios, basuras, etc.

¿Qué hacer si la sal se corrompe? ¿Al alcalde quién lo ronda y lo vigila?

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