¿MÁS “BALÍN”?

Por: Adriana Arjona – La Nueva Prensa / www.latardedelotun.com   _______

“La única forma en que la gente deja de delinquir es que le tenga miedo a delinquir. Entonces, si yo quedo presidente, le voy a decir a la gente: mientras construyo tres cárceles para cien mil personas, el que delinca [sic] me va a tocar darle balín, para que a la gente le dé miedo, y así la gente no va a delinquir”.

Eso fue lo que aseguró el precandidato presidencial Santiago Botero Jaramillo durante el primer debate presidencial organizado por la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria). Muchos asistentes lo aplaudieron. Incluso se escucharon algunas carcajadas. Yo aun no entiendo el chiste.

Unos días después, el senador y también precandidato a la presidencia Miguel Uribe fue víctima de un abominable atentado. Un menor de tan solo catorce años le disparó a quemarropa, hiriéndolo de gravedad en la cabeza. Hoy, sigue luchando por su vid

Queda en evidencia que los colombianos no logramos ponernos de acuerdo en casi nada, salvo en una cosa: todos los problemas queremos solucionarlos de la misma manera. A bala.

Problema: Gaitán es un populista (posiblemente un comunista), dice verdades incómodas para el poder y anima al pueblo

Solución: Bala.

Problema: las élites niegan reformas, perpetúan la pobreza y el camino del diálogo se ha agotado.

Solución: Bala.

Problema: el narcotráfico corrompe instituciones, arrasa con la juventud, tuerce a los políticos y penetra las fuerzas armadas.

Solución: Bala.

Problema: los guerrilleros secuestran, extorsionan y amenazan la propiedad privada.

Solución: Bala.

Problema: Héctor Abad Gómez defiende los derechos humanos y denuncia atrocidades cometidas por todos los actores del conflicto.

Solución: Bala.

Problema: el gobierno quiere extraditar a los jefes del narcotráfico.

Solución: Bala (y bombas).

Problema: Guillermo Cano denuncia al cartel de Medellín.

Solución: Bala.

Problema: los Pepes quieren vengarse de Escobar.

Solución: Bala (y bombas).

Problema: la UP es un partido compuesto por guerrilleros.

Solución: Bala (más de 3.000).

Problema: Pardo Leal es el candidato de la UP.

Solución: Bala.

Problema: Galán denuncia narcos y paramilitares.

Solución: Bala.

Problema: Bernardo Jaramillo Ossa es el mamerto que reemplaza a Pardo Leal.

Solución: Bala.

Problema: Álvaro Gómez es un facho.

Solución: Bala.

Problema: ¿Un exguerrillero como Pizarro en el poder? ¡Ni a bala!

Solución: Bala.

Problema: el sicario que mató a Pizarro puede hablar.

Solución: Bala.

Problema: Andrés Escobar mete un autogol en el mundial de fútbol.

Solución: Bala

Problema: Jaime Garzón hace pensar con humor y se mete en lo que no le incumbe.

Solución: Bala.

Problema: los jóvenes protestan por sus derechos.

Solución: Bala.

Problema: Miguel Uribe, senador y precandidato:

No debería ser el candidato del Centro Democrático.

Es un facho y “el que dice Uribe”.

Su muerte puede favorecer electoralmente a la derecha.

Es un enemigo político de la izquierda.

Solución: Bala.

Cada quien, desde su orilla, ve el mundo con una lógica distinta. Pero en algo coinciden todos: creen que los problemas se resuelven a punta de plomo.

Con esa idea, en los últimos 70 años, se ha asesinado en Colombia a periodistas, defensores de derechos humanos, líderes ambientales, dirigentes políticos, jóvenes que ejercen su derecho a la protesta, candidatos a la presidencia, firmantes de paz, indígenas, afrodescendientes, colombianas y colombianos de todas las edades y regiones. Dar bala ha sido la solución de la derecha, de la izquierda, de la guerrilla, de los paramilitares, de los narcos, de los gobiernos. Todos dicen ser diferentes, pero disparan igual.

¿Y qué se ha solucionado? Nada.

La guerrilla se ha atomizado, las bandas criminales dominan el país, el narcotráfico está más fuerte que nunca, las instituciones armadas generan desconfianza, la corrupción política es el pan de cada día, el paramilitarismo resurge con fuerza, y la inseguridad manda en cada rincón del país.

Por eso, le pregunto al señor Santiago Botero Jaramillo: ¿En serio cree que la solución a los problemas de este país es más bala? ¿Más “balín”, como usted lo llama con sorna? ¿Cuántos muertos más nos harán sentir que son demasiados? ¿Cuántas disparos más tenemos que escuchar? ¿Cuánta sangre se debe derramar para entender que nada mejora con bala?

Los hechos hablan solos: es tiempo de desarmarse. De abandonar las armas de fuego, pero también las armas simbólicas. Incluida la lengua que dispara odio, estigmatización y desprecio por la vida, incluso tras un atentado como el que sufrió Miguel Uribe.

Ojalá que en Colombia los candidatos pierdan en las urnas.

No en las salas de urgencias.

Mucho menos en la morgue.

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