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SE AMA COMO SE PUEDE _________
Aprendí a fuerza de lágrimas y ausencias que no hace falta nada más que tiempo, ese mismo tiempo que no lo cura todo, pero enseña a convivir con las grietas y los sinsabores.
Ese mismo tiempo que nos vuelve más fuertes
Más humanos
Más tú.
Uno ama como puede.
Con lo que aprendió.
Con lo que le faltó .
Con los miedos heredados.
Con las heridas propias.
Uno ama desde el lugar en que está.
A veces desde el caos
A veces desde el susto
A veces desde el disgusto y la rabia acumulada que traemos.
Desde las ideas equivocadas de que amar es poseer y no molestar.
A veces amamos pidiendo perdón por sentir.
A veces se ama midiéndolo todo, cómo si el amor fuera una cuerda floja dónde se hace equilibrio y no una casa, un hogar que brinda calor.
Uno ama como puede y muchas veces eso no alcanza, porque el otro muchas veces necesita una versión que todavía no sabemos ser.
Y comienza a doler.
Duele darse cuenta de que dimos todo, pero no era lo que el otro esperaba.
Duele amar con el cuerpo lleno dé intención, pero con el alma llena de torpeza.
Pero uno ama como puede y a veces también aprende.
Aprende a amar mejor.
Aprende a no callarse tanto, a quedarse sin ser ignorado, a no confundirse entre amar y desaparecer.
Entonces llega el día en que uno ama distinto, sin hacer malabarismo, sin disfrazarse, sin temer que se vayan por vernos de cerca.
Pero ese amor nuevo, el que ya no lastima, nace de habernos equivocado muchas veces amando.
Porque uno ama como puede, y por suerte, uno puede más cuando deja de fingir que no siente, que no le importa.
LA RELIGIÓN DE LAS APARIENCIAS
A los que me han subestimado no les guardo rencor, pero tampoco les guardo un lugar.
Este texto no es un reclamo, es más bien una constancia de que seguí y lo logré.
De todas las veces que se rieron bajito, mientras yo pretendía ser grande, las guardé en la misma cajita dónde guardo todas mis razones.
Este éxito es mío y de quiénes pusieron sus manos para levantarme cuando lo necesitaba.
Aunque tal vez se los debo un poco, por eso les agradezco en el alma a los que pensaron que me iba a rendir, que no tenía con qué.
A los que solamente podían verme chiquito porque no podían imaginarme creciendo. Gracias por su escepticismo, porque me sirvió de abono para recordar quién soy cuando no hay más que mi propia fe.
Entendí que a veces no es que uno no pueda volar, sino que hay que cambiar de aire.
La espiritualidad moderna es un espectáculo.
Se llama la religión de las apariencias.
Hay una nueva religión que no se profesa en templos, sino en las redes sociales.
Una religión que no tiene dogmas oficiales, pero sí un mandamiento tácito: Que se note que estoy sanando.
No se trata de tener fe.
Se trata de tener visibilidad, de mostrar el ritual, la frase.
La espiritualidad se volvió una pornografía emocional.
Una exhibición del alma en primer plano, en dónde lo sagrado y lo profundo se convierten en estética.
Decir “agradezco el proceso” aunque no se haya aprendido nada.
A veces sanar es no poder levantarse, no saber qué carajos hacer, es estar perdido.
Caímos en el nuevo dogma de la obligación de estar bien.
La espiritualidad auténtica es profundamente silenciosa, a veces incluso invisible. Sucede adentro, en la duda, en la caída, sin explicación.
Es posible orar sin cerrar los ojos.
Es posible agradecer sin gritarlo.
Es posible creer sin convencer a nadie.
Y también es posible no saber en qué se cree, y aun así seguir caminando
Si hay algo sagrado en este tiempo no está en lo que mostramos, está en lo que no necesitamos demostrar.
LA VEJEZ
No me da miedo la vejez, no.
No me asustan las arrugas, ni las canas, ni los achaques del cuerpo. Es natural.
El tiempo pasa para todos, y yo lo he visto pasar como quien observa un río correr.
Al principio lento y tranquilo, luego más rápido, más raudo.
No, eso no me da miedo.
Lo que me asusta de verdad es no poderme valer por mí mismo.
Que un día mis manos, que tanto han trabajado, que tanto han sentido, no me respondan.
Que mis piernas, que me han llevado a tantos lugares, qué han subido tantas montañas y recorrido tantos caminos, se queden inmóviles.
Que mi cabeza, que mi mente, que siempre ha sido inquieta, siempre curiosa, siempre creativa, se pierda en su propio laberinto.
Eso sí es aterrador.
No quiero ser una carga, no quiero que mi libertad se escape como agua entre los dedos.
Porque he sido fuerte, he resuelto mis problemas, he cuidado de los míos y he construido mi camino.
Ahora lo único que pido es conservar lo que soy, lo que he construido de mí.
Una persona firme y dueña de sí misma.
No es orgullo, no
Es el sentir que todavía puedo decidir, que mi voluntad sigue intacta.
Si quiero levantarme y prepararme un café, lo puedo hacer.
Si deseo salir a caminar, caminaré hasta donde pueda.
Si un libro se me antoja, mis ojos y mi mente seguirán abrazando las letras y las palabras.
La vejez en sí no es mala.
Tiene su belleza, su calma.
Pero perder el control y depender de otros, eso sí me duele.
Porque sé que eso no es fácil para nadie.
Nadie quiere ver a alguien postrado, frágil y necesitado.
Sin embargo también pienso que si ese momento llega, si un día mi cuerpo y mi mente fallan tendré que aprender a aceptarlo.
Así como alguna vez fui un niño, tal vez la vida me devuelva a ese estado de vulnerabilidad.
Y tal vez no sea tan malo si hay paciencia y dignidad.
Pero mientras el tiempo me lo permita seré independiente y los años que me queden seguiré siendo dueño de mi vida.
¿Y SI TODO PASA?
Ojalá algún día encuentres a alguien que te cuide cómo tú cuidas a los demás.
Porque ningún ser humano tiene tanta suerte como para perderte y encontrarte y repetirte en alguien más.
Ojalá que alguien te defienda con las mismas garras con las que tú lo haces.
Ojalá que un poema como este, que te desea lo mejor, se convierta en una profecía cumplida.
Ojalá no se extinga tu manera de ser, no te canses de ser como eres, y si te cansas, te permitas descansar y encuentres quien pueda sostenerte cuando ya no puedas más
La culpa y la vergüenza son emociones inventadas, no existen.
La culpa y la vergüenza existen desde que nos dicen “Eso está mal”.
Desde que la sociedad nos dice que eso es vergonzoso, o cuando socialmente construimos la culpa.
Y se fabricaron la culpa y la vergüenza porque son herramientas fuertes que sirven de control.
“Todo pasa por algo” Eso dicen.
El universo no tiene un guion escrito con una moraleja incorporada.
El dolor no viene con ningún instructivo.
Ninguna injusticia tiene un propósito escondido esperando a que lo descubramos y lo aplaudamos por haberlo entendido.
¿Qué tal si no?
Y si las cosas no pasan por nada.
Si hay heridas que no tienen sentido, si hay pérdidas que no nos enseñan nada y solamente nos rompen.
A veces la vida no te quiere dar una lección, solamente te quiere azotar contra el mundo.
Y no hay ningún tipo de ángel escondido, tampoco hay ninguna razón cósmica.
Ni “Esto te hará más fuerte”.
Simplemente pasa y ya.
Lo que sí es cierto, y ahí es dónde vale la pena quedarse, es que tenemos la capacidad de darle sentido a lo que nos pasa, y eso es otra cosa.
No es que todo pasa por algo, es que podemos hacer que algo maravilloso nazca de lo que nos pasó.
No porque esté escrito, sino porque lo escribimos.
La muerte de alguien querido no tiene sentido, pero puedo honrar esa muerte amando mucho más y mucho mejor.
La traición no enseña nada por sí sola, pero yo puedo decidir a partir de qué punto no voy a traicionarme más, y esa es la diferencia.
Encendemos una luz que no sabíamos que teníamos.
No creo que todo pasa por algo, pero sí creo que algo puede pasar en nosotros cuando nos atrevemos a mirar diferente lo que pasó.
Muchos buscan a la persona correcta, en lugar de ser la persona correcta.
ESTÁ EN TUS MANOS, SIEMPRE SERÁS TÚ
Al final del camino siempre serás tú contigo mismo.
No estarán las opiniones, ni las excusas, ni las máscaras
Solamente tu con lo que hiciste o dejaste pasar.
Por eso, lo más importante es mejorar tu relación contigo mismo
Escucharte, respetarte, cuidarte, elegirte
Alinear cada día con quién quieres ser.
Dejar de exigirte tanto, de compararte, de hablarte mal. Y empezar a escucharte, a respetarte, a cuidarte como cuidas a los demás.
A buscar sentirte en paz con quién eres y con quién quieres ser, porque cuando sanas la relación contigo, todo cambia.
La verdad ya no duele.
Te vuelves tú lugar seguro
Tu mejor compañía, tu hogar
Después de cierta edad ya no eres producto de tu entorno, ni de cómo te criaron.
Ya no puedes utilizar esa carta para excusarse de ti mismo. Eres lo que has decidido ser.
Eres lo que decides hacer con lo que sucede en tu vida.
Es una elección personal, vivir como tú quieras vivir. Está en tus manos ahora.
No te abandones.
Quédate con una pequeña chispa y no se la des jamás a nadie. Mientras la tengas podrás volver a encender el fuego.
Hay una diferencia muy grande entre quienes creen en Dios y entre quienes conocen y experimentan a Dios en línea directa.
Hay una diferencia muy grande entre quienes creen en la fuente y entre quienes ya sé saben fractales de la fuente primordial de vida.
Porque Dios no es una creencia, tu existencia no es una creencia.
Son una verdad, son una esencia incontenible.
Es la vida misma
Yo no creo en Dios, yo experimento a Dios de adentro hacia afuera.
Lo que necesitas está en ti.
El universo no te da lo que quieres, te da lo que eres.
Eres la persona con la que más tiempo compartirás a lo largo de tu vida. Cuida esa relación.
AMÁNDOTE PERMANENTEMENTE.
POR SI LO OLVIDO
Espero que puedas amarte un poco más
Espero que puedas soltar aquello que ya no necesitas cargar.
Espero que puedas ser más compasivo contigo mismo.
Espero que sigas sanando de todo lo que has vivido.
Espero que encuentres alegría en las pequeñas cosas.
Espero que pases más tiempo en lugares que mantengan tu corazón en paz.
Espero que te rodees de personas cálidas, que se sientan como rayos de sol.
Espero que no olvides tu valor.
No, no te voy a decir que dejes de estar triste porque no funciona así.
Pero si te recordaré que las cosas van a mejorar.
No hay días buenos o malos, solamente hay algunos que enseñan más que otros.
Y siempre hay que seguir, sea como sea. Seguir adelante y confiar en el proceso.
Existe un luto silencioso después de tomar decisiones que tanto te han costado.
Y aunque probablemente hayas elegido lo que es mejor para ti, a veces, elegirte a ti mismo sobre las otras cosas no se siente tan bien como se suponía deberías de sentirte, dejando un sabor un tanto amargo.
Quiere decir que estamos envejeciendo.
Me di cuenta de que estaba envejeciendo, pero no fue por mis enfermedades o por las arrugas en mi rostro.
No fue el espejo quien me lo hizo saber.
O aquellas personas que me cedieron su asiento en el megabús.
Tampoco fue la ropa de moda, o las canciones que suenan a puro ruido.
Fue algo más sutil.
Más profundo.
Lo noté cuando dejé de esforzarme por convencer a los demás.
Cuando dejé de perseguir a quien se alejaba.
Cuando aprendí a dejar ir sin dramatismo.
El envejecimiento llegó sin anunciarse, sin tristeza, sin miedo.
Simplemente se instaló con calma…. Y trajo consigo paz.
Ya no espero disculpas de quiénes no saben darlas.
Ya no me molesta el silencio de los otros.
Comprendí que todos batallan con su propio ruido. Y quién de verdad quiere hablar, lo hace.
No busco aprobación
No quiero encajar.
Quiero estar en paz.