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La campaña 2025-2 del equipo Matecaña no cuaja. Inició perdiendo puntos en calidad de local, luego estabilizó su rendimiento y, durante unos pocos partidos, el onceno dirigido por Rafael Dudamel alcanzó a ilusionar a sus hinchas, quienes recordaron la campaña que llevó al equipo a salir campeón en 2022-2. Sin embargo, la irregularidad volvió a afectar al conjunto rojiamarillo, que fue incapaz de ganar partidos en los que sus rivales quedaron con diez jugadores, y el rendimiento individual y colectivo se desplomó.
Veamos: en el aspecto individual hay jugadores a los que les ha costado engranar dentro de las estrategias que propone el técnico. De hecho, su rendimiento ha sido mediocre, y en muchas ocasiones algunos dejan mal parada a la defensa por querer salir con pelota dominada sin tener estas habilidades. Es el caso del marcador izquierdo Omar Albornoz, quien cada que pretende salir gambeteando rivales deja a la hinchada y a sus compañeros pegados de la camándula, ese es un roto inmenso que el profe parece no haber detectado. Además, no centra bien y sus pases son errados o divididos. Este jugador no ha cumplido con las expectativas por las que fue contratado y parece que lo ha perjudicado el ambiente de la ciudad.
Al igual que él, hay varios de jugadores que no tienen buen nivel y no responden al compromiso pactado con el equipo: Marco Pérez (ya no es el mismo), Gustavo Torres (no centra bien y le da temor tirar al arco), Sebastián Quintero, Santiago Aguilar (aparatoso, al borde de la roja o de cometer penal), Jaime Díaz, Jorge Bermúdez, Kelvin Osorio (se cae solo y bartolea) Los demás que aquí se mencionan, ni siquiera aparecen.
El equipo, como conjunto, ha perdido la brújula y se le olvidó el libreto. En los mejores partidos, salían a presionar al rival en su propio terreno desde los delanteros y en diferentes espacios de la cancha, con un juego dinámico y fluido. Sus laterales, cuando estaba Velasco, ampliaban la cancha; los dos volantes centrales apoyaban en la salida. Hoy, eso ya no se ve. El Matecaña es un equipo torpe en defensa, timorato en la salida y poco eficiente en ataque; el funcionamiento colectivo se ha perdido. Los cambios suelen ser los mismos, no parece importarle al estratega la propuesta del contrario, entonces, no funcionan. Hay jugadores comprometidos que mantienen su nivel, corren y se tiran al piso, es el caso de Carlos Darwin, Merheg, Ríos (aunque se pasa de revoluciones permanentemente) los laterales de la franja derecha, los dos centrales que jugaron anoche, Mejía cuando ingresó de relevo e Ichazo, aunque su rendimiento ha bajado en los últimos partidos.
Circulan rumores sobre la salida del técnico Dudamel, quien tomaría las riendas del equipo Patriota en su camino hacia la próxima Copa América. También se habla en redes sociales sobre incumplimientos en los pagos a la plantilla, incluso, que el equipo podría detener sus actividades. Acolfutpro ha declarado su respaldo al cese de actividades del plantel profesional del Deportivo Pereira.
Hay que recordar que durante unas fechas el equipo jugará siempre de visitante (en Armenia es igual) y la situación se pone cuesta arriba. La solución es detectar los problemas para poder superarlos desde adentro con la unión y compromiso del plantel deportivo, cuerpo técnico y dirigentes; igualmente con el respaldo irrestricto de la maravillosa hinchada de la Furia Matecaña. Una pregunta final, ¿Qué pasa con el dinero de los premios, venta de jugadores, derechos de TV, patrocinadores (que son varios)? ¿Qué responde el presidente? Se nos acaban los ahorros y la B no puede ser alternativa para el equipo de esta ciudad.