Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
____ Que papayazo el que le dieron en Caracol TV a Sergio Fajardo en el noticiero, la mejor franja del domingo. Cuando se anunció este hecho y que el entrevistador iba a ser Juan Roberto Vargas director del informativo, muchos tuvimos la convicción que el profesor Fajardo no desaprovecharía estas condiciones para sacar ventaja a sus oponentes en la carrera por la presidencia, pero afortunadamente el hombre siempre sorprende y no pasó nada con él. Puede ser solo mi precepción o un análisis sesgado por sus anteriores desatinos, pero en esa entrevista, ni fu ni fa. La tibieza de sus posiciones contrastan de manera abrupta con la realidad del país, el querer aparentar estar en “el centro de la mitad, del medio” del espectro político, lo llevan a desdibujar líneas de acción que de manera contundente clama Colombia y exigen los votantes. Economía y empleo, cae en el mismo lugar común del gobierno, cifras no explicadas, no sustentadas, números al aire, falacias, peligrosa propuesta frente a la coyuntura social y económica del momento, esto es populismo puro. Más adelante se contradice diciendo “el populismo es esa expresión de la política que ofrece soluciones facilistas para problemas complejos, que caben en un tuit”. Creo que este es el resumen de su propuesta económica y de empleo, ese es Fajardo.
En otro de los apartes de la entrevista se refiere a Petro, de quien dice no busca consensos como el, sino que genera divisiones, creo que se olvida un hecho trascendente en la historia del país, EL tuvo la oportunidad de hacer parte del cambio y optó por el voto en blanco e irse a observar ballenas al Pacífico. También habló sobre el uribismo, afirma que se le venció el tiempo para estar en el poder, en eso coincidimos con el profe, pero no con el como representante de esa nueva alternativa, el, hace parte de la misma manada de lobos con piel de oveja. Afortunadamente desde hace mucho tiempo fue desenmascarado.
Desaprovechó el papayazo, pretendió picar en punta, pero su tibieza y falta de claridad no lo permitieron, Juan Roberto le puso el tapate rojo para que se luciera, con preguntas comunes y direccionadas, pero ni así. Gaseoso y poco convincente lució el profe Fajardo, tal y como es el, nadie le quita eso, fue auténtico.