
Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
- Duque está indignado, en días pasados por los medios de comunicación ha salido nuestro benemérito presidente a rasgarse las vestiduras, anunciando reformas en el Inpec y castigo para los implicados en la fuga de Matamba. De igual manera saltaron de sus cómodas sillas ministros de justicia, defensa y la procuradora a advertir sobre exhaustivas investigaciones, todo lo anterior por el supuesto escape del delincuente de una cárcel de alta seguridad. La organización carcelaria y las instituciones de justicia y control del estado están corruptas, infiltradas por el narcotráfico, hay que hacer una reestructuración a fondo de todo el sistema penitenciario. Esta puesta en escena además de no ser creíble, es una farsa que no causa hilaridad sino repudio.
- La Catedral de Bogotá fue tomada por un grupo de enmascarados que, de acuerdo a versiones de los asistentes, leyeron una proclama ininteligible. La intención de este grupúsculo no fue clara o con un objetivo específico, lo que, si se entiende, es la rapidez de Gutiérrez el candidato de Uribe en salir a atribuir la culpa a la izquierda con un trino “¡Hasta la fe nos quieren expropiar! Y así, combinando todas las formas de lucha, incendiando el país y atacando a los que piensan diferente, piensan ganar y gobernarnos” Su propósito electoral es tomar partido de este hecho. Pregunta ¿será tan torpe la izquierda en cabeza del Pacto histórico para cometer una torpeza de este calibre? ¿No será más bien una estrategia para buscar un efecto de repudio en la opinión pública a favor de los “buenos”? Colombia ya tiene callo en estos temas, conocemos sus maquiavélicas artimañas. Recordemos lo que pasó después de un “atentado” en Barranquilla.
- Los grandes medios ya iniciaron la campaña publicitaria posderrota electoral del 13 de marzo, los titulares tienen que ver con las desprestigiadas encuestas que nunca aciertan alguna proyección. Anuncian que Gutiérrez el que dijo Uribe para este periodo, va disparado en las encuestas y se acerca a Petro. El papel aguanta todo, pero se comprobó en estos días que los colombianos ya no se comen el cuento del miedo y las encuestas. El país está viviendo un proceso de cambio. ¡Es lo que hay ¡
- Hay un loquito desesperado con un galón de gasolina en la mano. Cambió los volantes y la caminadera por pueblos de nuestra geografía en una desesperada y fallida estrategia de recoger votos entre quienes consideraba personas poco informadas sobre sus fechorías, ahora encolerizado, agobiado por la certeza de su fin anda botando fuego, propagando odios y dudas con el cuento de un fraude en contra de su partido. No es extraño, acostumbrado estaba a ganar de mala manera todo con embustes, dinero o amenazas y ahora le llegó el turno, se le volteó la torta y le tocó la parte quemada. Suerte es que se le dice fullero, pero no sea irresponsable tratando de poner al país al borde del abismo, aunque ese ha sido el fin de su triste vida, la guerra. Por los laditos el sub tomando partido por Gutiérrez citando la mesa de garantías electorales, ojalá se abran y escruten todos los votos, la derrota para estos señorones será más dramática.
- Con la llegada de las minorías al Congreso, aunque trampeados en muchos casos, están con urticaria aguda y la discriminación a flor de piel quienes se creen y proclaman como gente de bien, de mejor familia. Aquellos clanes que por décadas han estado entronizados en estos recintos están al borde del colapso, imaginar al lado de sus blanquitas curules, negros, indígenas, microempresarios, madres cabezas de familias pobres, víctimas, líderes sociales, sindicalistas etc. los tienen intranquilos y con la nuca erguida. Pensarán que el Congreso se les llenó de gente indeseable, de gente pobre. Si señores llegaron los representantes de las mayorías del país, así es que a acostumbrarse a legislar junto a ellos.
- Sacando pecho estuvo el alcalde de Pereira, representantes de la ciudad y el departamento con la honrosa visita del perspicaz y brillante ministro Molano, parece ser que se cansó de hablar tonterías sobre geopolítica y asuntos internacionales para asumir su responsabilidad en los temas de seguridad interna, aunque usted no lo crea. ¿Así fue? Se desplazó desde Bogotá en helicóptero o avión militar con un despliegue de fuerzas digno de Uribe y en compañía de reporteros gráficos, periodistas, alcalde y demás lagartos, se desplazó hacia donde estaba preparado un montaje teatral cerca al viaducto a demoler un inmueble dedicado a la venta minorista de alucinógenos. Ahí quedaron las fotos y los videos que estallaron como fuegos pirotécnicos en los noticieros de ese día, con el anuncio de la lucha contra la delincuencia organizada e infiltrada (es mi comentario) se hará sin descanso como se hizo para capturar a Otoniel. La ingenuidad a veces se confunde con la imbecilidad, que personajillo.