
Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardelotun.com
Esta frase es la última de las peticiones que están incluidas en el Padrenuestro, si se quiere, la oración más conocida, repetida entre los cristianos y que está incluida en la Biblia.
La demanda que contiene esta frase, expresa lo que todo ser humano desea en su fuero interno, protección del mal, cómo y de la manera que cada uno entienda según la situación, modo o lugar, sea o no sea creyente religioso.
En fin, quería comenzar por ahí para expresar la sensación de tranquilidad y optimismo para Colombia que deja la carta del director del Partido Liberal, quejoso de manera lastimera y aumentada, “Las declaraciones groseras, falsas y malintencionadas que hizo la señora Francia Márquez, candidata a la vicepresidencia del Pacto, en presencia del candidato Gustavo Petro, constituyen una ofensa inaceptable y hacen inviable cualquier diálogo en ese sector político” lejos de la realidad, solo expresó “Lo hemos dicho, siempre dijimos: con el Partido Liberal hay toda la apertura para avanzar, otra cosa que dije fue el problema de César Gaviria como persona. Él representa el neoliberalismo, representa más de lo mismo y este país requiere un cambio”. Certeza con la realidad, es lo que representa el expresidente en la vida política de la nación, hay que recordar quien fue el padre de la apertura económica y otra serie de entuertos en los que embarcó el país y de quienes ha estado siempre al lado, ella remata con la frase “El país requiere un cambio”. Ahí encontró Gaviria la excusa perfecta y sacar el cuerpo demostrando su carácter conservador, politiquero y manzanillo para salir disparado hacia la otra orilla, era previsto. Hay que recordar el Uribe mentiroso de la campaña pasada, días después ya había negociado,
El hombre de Pereira es un mercader de la política, un comisionista de lenteja para beneficios personales, busca acomodar a Simóncito para ponerlo en fila a la presidencia dentro de la continuidad de establecimiento actual, recordemos la mermelada a su familia y entorno.
De la que se salvó el Pacto Histórico sin tener que rechazarlo directamente, este personaje es un oscuro y hábil Maquiavelo, trujamán que salvaguarda solo sus particulares intereses. El Partido Liberal anda sin ton ni son, de ser la colectividad más robusta del congreso, la mayoría política del país, pasó a ser la tía fea, sin gracia, medio histérica, acompañante de los protagonistas, intrascendente, en decadencia moral, electoral, oscura, relleno de la comparsa por la lenteja. Ya ni candidatos a la presidencia presenta, parece querer arrebatarle al conservatismo ese “orgulloso” slogan de: La fuerza que decide, en donde todo se circunscribe a trastearse al lado de los ganadores por gabelas. A ese punto llevó Gaviria al liberalismo, al nivel de los godos, hay más liberales que partido.
Ahora bien, Petro, Francia y Colombia entera dan gracias, nos hemos LIBRADO DE TODO MAL, allá en ese extremo quedaron todos los que deben ser derrotados en las urnas próximamente están identificados. A este lado la mayoría que ha decidido poner fin a 200 años de olvido y 30 años de oprobio. ¡ASÍ SEA ¡