
Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com
____ La polémica está servida, el debate está que arde luego de lo dicho por Isabel Cristina Zuleta en una reunión y que ha sido viralizado en redes, como también multiplicado por los medios de comunicación tradicionales del país, cajas de resonancia sesgadas a un hecho conocido desde tiempo atrás.
En el tema Fajardo he mantenido cierta distancia para no opinar sobre él en esta campaña: 1. Como candidato se desdibujó hace cuatro años, entonces no hace falta hablar más sobre ese tema. 2. Su candidatura ha estado en barrena desde comienzos de año por la timorata pelea de egos en su coalición y a mi juicio, una errónea estrategia que pretende vender a Fajardo como representante del centro – centro, dueño de toda la verdad, los únicos decentes y honestos.
Pues bien, dejando claro lo anterior me permito terciar en el debate y dar mi humilde punto de vista.
Muy escasos de ideas están los asesores de la campaña del llamado centro, cuando ponen a una recién electa congresista como hacedora de todos los males que los aquejan, esta especie de victimización tardía como excusa pretendida, es una liviana cortina de humo para disimular los errores cometidos. Isabel Cristina Zuleta es una mujer admirable, que desde hace años ha estado luchando no solo para proteger el agua, también para desenmascarar y denunciar a los responsables de la catástrofe ambiental y humanitaria que produjo el proyecto de Hidroituango, en esta brega lleva cerca de 15 años de lucha ininterrumpida.
Quemar o quemarse en política no son palabras que ella esté inventando y menos, que decirlo sea un hecho punible, como si es poner en evidencia hechos, estos si, delictivos en contra de las comunidades y el medio ambiente. En el argot popular, quemar solo significa que ya no esta en liza, está por fuera de las posibilidades según ella, a esto contribuyó la investigación y posteriores denuncias presentadas sobre la hidroeléctrica.
Que haya denunciado ante la Procuraduría y a la Contraloría a Sergio Fajardo era lo que debía hacer y lo hizo, de frente y sin medias tintas. Como dice alguien por ahí ese duro “relato” no fue creado por ella, es el resultado del actuar del candidato, su responsabilidad y la senadora lo expuso, pero aquí aún no hemos sabido toda la verdad, no se ha dicho la última palabra. Habrá que esperar.
Lejos de ser un ataque personal hacia el candidato para sacarlo de la contienda, son acciones debidas que deben adelantar los ciudadanos cuando existe verdaderamente un compromiso con el país, recordemos que estas denuncias no son de ahora, llevan varios años, Isabel Cristina Zuleta, es una mujer valerosa como muchas colombianas, comprometidas con un mejor futuro para la nación, una auténtica ambientalista popular, feminista comunitaria, amante de los ríos de Colombia, activista y defensora de los derechos humanos y ambientales de las comunidades.
Lo único positivo de esto es que en plena campaña revivieron ese tema insepulto de Hidroituando, además la senadora se perfila como una de las fichas claves del próximo periodo legislativo.