FASCISMO IDEOLOGÍA POLÍTICA

Por: Leonardo Franco Arenas – www.latardedelotun.com

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Decía Laureano Gómez Castro, “No es la libertad la que nos conduce a la verdad, sino la verdad la que nos hace libres, la libertad no es un hecho, la libertad no es un derecho siquiera, la libertad es una recompensa y solo la disfrutan los que saben merecerla”, cito de entrada esta frase para contextualizar el carácter, el talante retardatario de este líder ultra conservador. Hoy su nieto, Enrique Gómez Martínez heredero de su misma garrulería y sentido político, salta en puntas para hacerse visible y atacar, acompañando en el coro de algunas voces discordantes sus denuestos contra la oportunidad histórica de superar la violencia proverbial, la desigualdad indigna que son distintivos ineludibles en la sociedad colombiana. Hijo de Enrique, el más derechista de la ultra derecha, más que su tío Álvaro quien en sus años de adultez serena trató de convertirse en un demócrata mesurado partiendo de su célebre frase “acuerdo sobre lo fundamental”, para expresar la manera en que se debía abordar un gobierno en este país, decía: “Lo que interesa es que haya autoridad y buen gobierno, quien dirija el Estado debe tener el compromiso de poner en marcha el grande acuerdo sobre lo fundamental, y no debería importarnos si es conservador o liberal. Esa es la apertura que yo me propongo sustentar ante la opinión, aceptando gozosamente todos los riesgos”, razón no le faltaba a Álvaro Gómez y hoy Gustavo Petro encarna ese sentir, entiende que sin un pacto social en el cual se de cabida a todos los actores políticos, sociales y económicos de la nación será imposible hacerla viable. Enrique el heredero actual se regodea en un discurso incendiario, sectario y violento contra todo lo que signifique reconciliación, paz y acuerdos, un ejemplo, sobre la Comisión de la verdad apunta: “¿Comisión de la verdad? Cinismo para defender terroristas” tachándola de circo mediático para intentar cambiar la narrativa e invertir los valores, su carácter, semejante al de su abuelo no le permite aceptar que estamos ad portas de un cambio de lenguaje y compromisos para llegar a los acuerdos sobre lo fundamental, para poder disfrutar de un futuro más digno y en paz, un giro en la historia.

El pensamiento retrógrado cuasi fascista que aboga por un estado autoritario, antidemocrático y totalitario con la idea obtusa del enemigo interno y nociones trasnochadas de patria, credo o raza; lo anterior, abiertamente en contracorriente de los espacios que comienzan a ser posibles lejos de la filosofía conservadora de oprimir y perseguir las minorías. Ya está bien de violencia histórica, de fomentar desde el Estado confrontaciones armadas, la creación de organizaciones paramilitares buscando amedrentar y pasmar la sociedad civil. Existen reductos de esa ultraderecha fascista pero es hora de hacerlos a un lado, la mayoría de la derecha colombiana en este momento está en pro del diálogo y de caminar hacia el mismo lado, al menos, es la disposición por sus declaraciones, trabajar por el país, ojalá sea cierto y sincero ese compromiso, yo aún me considero cercano a Santo Tomás.

Al comienzo citaba a Laureano sobre su concepto de libertad, “la libertad no es un hecho, la libertad no es un derecho”. La libertad no puede ser una recompensa por merecimientos dirigida solo a algunos, la libertad es un derecho inalienable de todos, es lo más valioso que tiene un ser humano, nada ni nadie puede socavar ese derecho fundamental. Nuevo país, nueva historia: Pacto por la vida.

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