
EDITORIAL – Espejo retrovisor
_______ En Colombia históricamente se ha ignorado lo pasado en el gobierno inmediatamente anterior, cuando el nuevo presidente llega al palacio de Nariño. En los últimos veinte años esta situación se hizo costumbre y salvo algunas denuncias en el gobierno Santos, el asunto no pasó a mayores, posiblemente por la cooptación de los organismos de control. El gobierno Duque escarbó hasta donde pudo, para tratar de desprestigiar el gobierno anterior y salvo algunos cantos destemplados, no pudieron probar nada y se decidieron por infundios que pronto fueron desbaratados.
En el nuevo gobierno lo que se ha descubierto en solo tres meses es desastroso, el erario ha sido saqueado, recursos, activos, propiedades, la tierra, ¡se han robado el país! Cada día llega con una nueva noticia sobre las fechorías de esta caterva de cacos que detentaban el poder. Algunos ejemplos: Centros poblados, los OCAD-Paz, los recursos para el COVID, la reconstrucción de San Andrés y Providencia, los dineros internacionales para los migrantes, apropiación de tierras y baldíos, inmuebles y fincas expropiadas, los dineros para la erradicación, recursos para la compra de votos cuando se trató de reformar la Ley de garantías, giros de subsidios a fallecidos y colados a través de cinco programas sociales del Gobierno: Colombia Mayor, Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Ingreso Solidario, y Devolución del IVA, la firma de multimillonarios contratos beneficiando a parientes y familiares de personas cercanas al gobierno, la corrupción en la UNP, el robo en la Unidad de riesgos de desastres, la contratación exprés por 3,4 billones la semana antes de entregar el gobierno, etc. etc., podríamos seguir enumerando fechorías.
La corrupción en Colombia es un mal gigantesco y arraigado en las costumbres políticas tradicionales, pero el peor mal, es el que lo permite y acolita, LA IMPUNIDAD, mientras los bandidos se consideren a salvo de la ley, la corrupción seguirá, transformándose de acuerdo a las circunstancias en los territorios. La poca efectiva acción de los órganos de control, que parecen más preocupados por encubrir los escándalos del gobierno que por vigilarlo, hacen el país soñado por estos ladinos saqueadores de cuello blanco. En el gobierno anterior reinó la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos y la opacidad de los informes presentados, por ello, es inevitable que el RETROVISOR siga activo destapando las ollas podridas de esa funesta etapa de la historia nacional, pero más que eso, lo verdaderamente importante es que estos pillos sean castigados con la cárcel y la expropiación, esto, porque el escarnio público les resbala a estos desvergonzados.
Adelante presidente Petro y gobierno, es la hora del” destapen…destapen” atrás quedará el aciago “tapen, tapen”, ¡la bandola criminal tiene que pagar!