
_____ Hoy es cuatro de enero, el 2023 apenas despunta y el nuevo año comienza a desperezarse con diferentes velocidades según los compromisos, obligaciones y reflexiones de cada uno. Cuando comienza un nuevo año generalmente lo acompañamos de una serie de pactos personales para mejorar en diferentes aspectos, emocionales, físicos entre otros. Metas y objetivos están a la orden del día después de ese presumido borrón y cuenta nueva que, llevados por la euforia del cambio de año o la angustia existencial de frustraciones, dificultades y fallas vividas el año que fenece, hace que asumamos esta práctica de social de establecer metas a corto, mediano y largo plazo con miras a crecer, así lo establecemos.
La realidad es más sencilla, tiene que ver con una percepción individual de cómo cada se encara la vida. El nuevo año o ese marco de fechas, no cambia nada en si mismo, quienes lo pueden hacer individual, empresarial o socialmente para transformarse son las personas en busca de un sosiego espiritual, una redención social, un desapego emocional o pragmáticamente, lograr éxitos económicos, laborales o de otra índole. Algunas cosas cambian desde el punto de vista legal, por ejemplo, los ajustes de ingresos que este año “superaron las expectativas” en la base del salario mínimo. El periodo de tiempo que significa el 2023 es ineluctable, 365 días, son solo oportunidades para cada uno desde lo particular, es la esperanza de los colombianos que el deseado cambio comience a hacerse realidad, sin falsas y desbordadas ilusiones; vamos paso a paso, con traspiés generados generalmente por los alfiles del hombre del palacio de Nariño, especialmente en lo referente a la comunicación asertiva, estos yerros pueden ser aprendizajes para el nuevo equipo, en un nuevo modelo económico, buscando la igualdad social. También pueden ser los motivos para el descrédito ante la opinión pública, aprovechable por la oposición para menoscabar la imagen y las posibilidades de salir adelante de la mano del nuevo gobierno.
De cada uno depende lo exitoso que puede ser este año y no de requerir del año nuevo mejores cosas para todos. Responsabilidad y compromiso, individual, empresarial, social y del estado para que este año sea mejor y no del nuevo año por antonomasia.
Retomamos nuestras labores y compromisos. La Tarde del Otún, Tribuna de opinión.