EL DÍA QUE OSCAR IVAN ZULUGA SE LANZÓ A POR LA PRESIDENCIA POR PRIMERA VEZ

Por: Felipe A. Priast / de su Facebook personal – www.latardedelotun.com

_______  Me acuerdo como si fuera ayer del día que supe que Oscar Iván Zuluaga iba a ser candidato presidencial en las elecciones del 2014.

Corría el año 2013 y debía ser finales de junio, o principios de Julio, es decir, exactamente hace 10 años, y yo andaba de vacaciones en Colombia, a donde fui dizque a escribir un libro, pues mi situación financiera en ese momento era holgada y podía tomarme un año sin trabajar y dedicarme a escribir full time, que es lo que verdaderamente me apasiona.

Llevaba como 2 semanas en Cartagena jodiendo pa’ arriba y pa’ bajo con mis llaves, y un día, sin planes a la vista, decidí con un amigo ir un fin de semana a Barranquilla para visitar a familiares en esa ciudad y joder un rato en otro lado.

La tarde en la que llegamos a Curramba, un sábado, fuimos a almorzar a la casa de un primo que nos había invitado, y después de mi consabida pasada por “Dulcerna” para comprar milhojas y rollitos de durazno (yo soy cliente de Dulcerna desde 1976, cuando el primer local quedaba en la Carrera 53, entre 75 y 76), nos fuimos con mi amigo Cartagenero a “Henry’s”, un famoso bar de la ciudad estilo americano, a donde llegaban todos los veteranos de mi generación a meterse un par de tragos, porque ya nosotros no estamos para dance clubes y tentaciones más juveniles.

Yo, a pesar de no vivir en Barranquilla hace 37 años, conozco a un poco de gente en esa ciudad, y en “Henry’s” siempre me encuentro con alguien. Estábamos en la barra metiéndonos unos whiskachos sabrosos, y comenzaron a llegar conocidos de todos los pelambres, al punto que mi amigo cartagenero estaba un poco impresionado. “¡Nojoda, Feli, tú sí conoces gente aquí!”, me dijo casi con tono de reclamo, y yo nada más me reía y saludaba a la gente que conocía. Gente de mi tiempo en el Cervantes, alguien por ahí del Biffi, algún carajo con novia cartagenera que había conocido en la “Heroica”, alguna pelada con la que había trabajado en la Mobil, algún amigo de mi cuñado, algún bollón célebre de esos que produce Barranquilla y que yo conocía por alguna razón, alguna pelada con la que había salido, ¡en fin! Ese día, en particular, les puedo decir que conocía a medio Henry’s, y no estoy exagerando. El hecho de que estuviéramos tomando whisky tampoco era un detalle menor, pues un par de esos conocidos llegaron con intenciones “gotereras” jajaja, como bien anotó mi amigo cartagenero, quien siempre ha sido medió cuji. Pero yo estaba de vacaciones y con algo de dinero en mi cuenta bancaria, así que fui generoso, y al calor de unos whiskies de nuestra botella, recordé viejas historias de infancia y adolescencia en la Puerta de Oro de Colombia con mis viejos conocidos de la ciudad.

Ya cuando la noche alcanzaba su cenit, por ahí a eso de las 11:45 PM, quizá media noche, llegó a Henry’s un mancito famoso en Barranquilla, pues es uno de los habladores de mierda más simpáticos que existen. Tanto yo, como mi amigo cartagenero, lo conocíamos porque el man había estudiado en el Liceo de Cervantes, aunque era un año mayor que yo, y porque el man estaba casado con una pelada de Cartagena íntima de una de nuestras mejores amigas en la Heroica. De pelao había recibido el remoquete de “Pomponio” (era igualito a la caricatura), y era famoso en todo el colegio Liceo de Cervantes porque era el encargado de tocar la campana entre clase y clase.

El man llegó todo excitado a Henry’s, porque, para variar, era un Uribista furibundo y acababa de llegar de un meeting Uribista con la presencia de Oscar Iván Zuluaga, y traía la “buena nueva”.

Mi amigo cartagenero, quien también es otro Uribista furibundo, de esos que felicita a Uribe el día de su cumpleaños por Facebook, se lanzó enseguida sobre Pomponio para preguntarle detalles sobre el meeting con OIZ: “El man se lanza”, fue lo que dijo textualmente nuestro amigo barranquillero, “va a ser nuestro candidato en el 2014, en oposición a Santos”.

Y, luego, con un tono triunfal y victorioso agregó: “¡El año entrante volvemos con todos los fierros y bajamos del caballo al hijueputa de Santos, quien nos ha traicionado!”

Mi amigo cartagenero se embriagó de la emoción con la noticia, porque él, hijo de un oficial naval de alta graduación, también había tomado la administración Santos, y el proceso de paz con la Farc, como una traición.

Yo, viviendo en Estados Unidos y desconectado de la política colombiana casi por completo (en esa época casi no usaba Facebook), fui testigo de una primicia política que había tomado lugar tan solo unas pocas horas antes en Barranquilla.

Mi amigo cartagenero le sirvió un whisky a mi amigo barranquillero, y los tres hicimos un brindis, aunque yo solo brindé por haberme encontrado a ese hablador de mierda simpático después de muchos años sin verlo, no porque me alegrara que volviera Uribe en tercera persona, pues ya desde el 2007 yo había hecho mi quiebre con el Uribismo (si, yo fui Uribista entre el 2001 y el 2007, que fue cuando salieron los falsos positivos).

Al día siguiente regresamos a Cartagena con mi amigo, y durante el viaje de regreso este no hizo más que enumerarme planes para apoyar a OIZ en Cartagena, ahora que resultaba evidente que Uribe volvía para retar a Santos.

Yo, en medio de mi guayabo, saqué mi cajita de milhojas de Dulcerna y le di un mordisco a una milhoja. Yo no estaba pensando en política en esos momentos. Yo en lo único en lo que pensaba era en mi novela, y que ya había llegado a la conclusión de que no quería escribirla en Colombia, pues ese triple hijueputa calor de Cartagena me estaba sacando rapidito.

La empecé a escribir en Mykonos, Grecia, 3 meses después, en donde el Egeo y un verano benigno probaron ser una mejor fuente de inspiración que el Mar Caribe.

La acabé un año más tarde en Miami, pero nunca la publiqué. Intente presentársela a 3 editores en Colombia, pero los 3 me la rechazaron, pues es una novela sobre el paramilitarismo, y en Colombia en esa época ese tema todavía estaba vetado.

Estando en Europa escribiendo esta novela, llegue a la conclusión de que no quería que Uribe volviera al poder. Impulsado por el reencuentro virtual con mi antiguo profesor de Literatura del Colegio, el gran Diego Marín Contreras (Q.E.P.D.), empecé a escribir pequeñas notas políticas en Facebook desde Mykonos, y aquí me tienen, 10 años después, todavía dando lora, con un ligero éxito que ya ustedes me dirán jajaja…

Miren en lo que ha terminado el Uribismo y Oscar Iván Zuluaga. Lo acaban de echar de su partido y su carrera política está acabada. Todo parece indicar que se va a ir al palo casi que exactamente 10 años después de anunciar su primera candidatura a la presidencia de la república.

Hace 10 años el Uribismo era imbatible, todo el mundo creía que Uribe iba a volver en el 2014, aquello era una cosa casi que cantada.

Pero, en ese entonces, nadie contaba con que yo iba a empezar a escribir notas políticas en Facebook, y que por consiguiente, en donde han acabado es en la puta mierda 😀😀😀…

P.D: El último párrafo es un chiste, ¡pero qué casualidad tan HP! Empecé a escribir yo en Facebook, y el Uribismo se vino de capa caída 😀😀…Si mis columnas no los ayudaron a tumbar, al menos los salé como un hijueputa jajajaja….

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