
EDITORIAL – 18.10.23
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En los humanos el auto control es una de las aptitudes psicológicas más importantes y necesarias, control de los impulsos y control emocional. Es concretamente, la capacidad de ejercer dominio sobre uno mismo, sobre los impulsos y las fuentes motivacionales, control sobre nuestras emociones, comportamientos, deseos. Hay que tener siempre en cuenta estas frases: “piensa antes de hablar” y “si no tienes nada bueno que decir, no digas nada”. De esa forma podremos decir que se posee inteligencia emocional.
Precisamente esta es una de las debilidades que podemos observar en el gobierno actual, permanentemente estamos siendo testigos de salidas en falso, declaraciones en caliente, respuestas precipitadas o innecesarias y afán de picar pleitos que pueden ser inocuos o que pueden desatar tormentas, esto, por parte de miembros del gobierno en su afán de salir al paso de: una falsa acusación, un bulo o la pertinente pero innecesaria respuesta a una intriga.
En este caos de inmediatez mediática de los medios y redes sociales se empuja a los líderes a salir velozmente al paso de noticias ciertas o fakes como le sucede al presidente Petro, y desde X principal y permanentemente, sale al ruedo a lo que le lanzan de cualquier lado.
Prudencia en las palabras, en informaciones, un micrófono abierto puede significar un peligro por las connotaciones de una declaración impropia, imprecisa o equivocada. Calma, mantener la boca cerrada en la mayoría de los casos es la mejor muestra de inteligencia y dominio de si mismo. Los dedos la mayoría de las veces son más rápidos que el proceso mental inteligente y sensato para un claro discernimiento de una situación para dar una respuesta, se actúa en caliente.
Cuando no se toma el tiempo para analizar, responder una situación y hacerlo con sumo cuidado, vienen las equivocaciones, se es blanco de críticas o el hazmerreir de la oposición, así sea de manera pasajera.
Cuidado con la velocidad de respuesta, dejarse picar la lengua o los dedos en caliente no es aconsejable. Los representantes del gobierno y especialmente el primer mandatario deben corregir esta poco aconsejable práctica.