
Por: Leonardo Franco Arenas / www.latardedelotun.com______
Hace unos días tuve la oportunidad de compartir un café y una interesante charla con el decano de la Facultad de Ingenierías de la prestigiosa Universidad Tecnológica de Pereira, Alexander Molina Cabrera, candidato a la rectoría de la misma. Abordamos un tema de interés público para entender lo que ha pasado en el marco de la elección del nuevo rector de la UTP y lo que puede suceder en un futuro.
Molina Cabrera se distingue como un brillante académico, comprometido desde pregrado con su alma mater, allí ha desarrollado toda su capacidad docente, investigativa e innovadora. Egresado de ingeniería eléctrica de la UTP, tiene una maestría de la misma universidad y un doctorado en ingeniería en la Universidad de Los Andes.
Ha sido distinguido en varias ocasiones con menciones y premios en sus labores: Mención Especial en Concurso Nacional de Proyectos de Grado, Universidad Nacional. Estudiante Distinguido, UTP en 2004. Mención Andrés Bello, Icetex. Premio a mejores puntajes en Examen de Calidad de la Educación Superior por el Ministerio de Educación y Bachiller por Colombia, ECOPETROL S. A.
Ha dirigido gran cantidad de tutorías, trabajos de grado de pregrado y tiene una amplia producción bibliográfica de artículos publicados en revistas especializadas sobre proyectos de investigación, desarrollo e innovación.
Hablamos sobre este dilatado proceso de elección del rector de la UTP en el cual no se han podido obtener unas mayorías y que ha cambiado en los últimos meses por los movimientos intrínsecos de la universidad, después de estar la votación 5 a 4 a su favor, ha cambiado 4 a 5 en su contra en el Consejo superior.
LFA: Buenas tardes ingeniero, como ha sido el proceso.
AMC: Este ha sido un proceso nuevo porque mi candidatura a la rectoría de la universidad surge gracias a un deseo de la ciudadanía, de la comunidad universitaria, asociado a que la persona que ocupe la silla de la rectoría sea una persona que tenga ciertas cualidades, debido a esto, se abre la oportunidad de participar en este proceso. Primero, cumpliendo con unos requisitos mínimos que antes de este método, no existía un procedimiento especial para la elección del rector.
LFA: Cómo se hacía antes y que ha sucedido.
AMC: Estaba establecido que para ser rector los requisitos eran: Ser ciudadano colombiano y poseer un título de pregrado, esto abría la puerta para que esa postulación fuera muy abierta. De acuerdo a lo que se estudió sobre quienes conducen las universidades, se conoció que por lo menos de las 32 universidades públicas el 75% eran conducidas por personas con doctorado, quienes entendían la dinámica investigativa y también la dinámica de relacionamiento. Los que no eran poseedores de un doctorado tenían maestrías y especializaciones. Fue la oportunidad para poner en consideración algunas hojas de vida, como también de una profundización en la participación de la comunidad para decidir por quien se decantaba en una colectividad con la mayor cantidad de doctorados en las instituciones de toda la región. Igualmente, que acumula gran cantidad de estudiantes de pregrado, maestría y doctorado, es decir, con un nivel cualificado para tomar decisiones alrededor de las opiniones sobre tal o cual persona que pueda conducir los destinos de su institución.
Combinados estos dos elementos veo que cumplo con los requisitos, incluso por encima, porque solicitan una especialización y yo tengo doctorado, también se percibía, que había un afecto debido a mi gestión administrativa al interior de la universidad, de esa manera me vinculé al proceso electoral.
LFA: Cómo se recibió su candidatura
AMC: Logré cumplir con los requisitos y una aprobación bastante grande en una votación que ha sido histórica, votaron los estudiantes, profesores, trabajadores y egresados, a cada colectivo le daban un peso con un porcentaje diferente, pesaban más los profesores y estudiantes que los trabajadores y egresados, aun así saque el 50,05% que en cualquier democracia da el triunfo en primera vuelta por una diferencia de más de 13 puntos, hay que aclarar, que esto era a nivel de consulta no vinculante. Fueron cerca de 16 mil votos, 9.247 fueron por mí, el segundo sacó aproximadamente 3.400. Aquí tomo las palabras del doctor Rodrigo Uprimny, él plantea que puede que no sean vinculantes pero eso no implica que no sean consideradas dentro del proceso de selección.
LFA: Y el Consejo superior de la universidad
AMC: En una segunda etapa el Concejo superior con la hoja de vida, la presentación y los resultados de la votación tomaba una decisión, este está compuesto por 9 personas y para una elección válida se necesita una mayoría de 6, en noviembre y diciembre obtuve 5 de los 9 votos, pero a partir de enero de este año la contraparte tiene 5 de los 9, por eso no se ha definido el rector de la universidad.
LFA: A qué se debió la variación en la votación
AMC: Porque el voto del representante de los ex rectores cambió de votar mi, a votar por la contraparte. De fondo lo único que cambió es que mientras el rector estuvo en su cargo y estuvo al margen de los ex rectores ese voto estaba a mi favor. Al asumir su calidad de ex rector la votación cambia, no conozco los mecanismos internos de esa votación, desconozco cuál es la manera en la que toman las decisiones, sin embargo esto cambió. También cambio el año y por ende los representantes y las cabezas de los organismos territoriales. Nuevo gobernador del departamento quien tiene presencia en el Consejo superior, este fue otro de los elementos que cambió.
LFA: Es válido que el ex rector sea arte y parte de la elección
AMC: No tengo claridad del mecanismo interno de elección, lo más sano desde mi punto de vista sería que la condición de ex rector, no se tuviera hasta que no se definiera el nuevo rector. Pongo un ejemplo simple: Considerando que Alexander Molina fuera elegido y que convoca a elecciones, hay 8 ex rectores que votan 4 y 4 porque tienen sus posiciones definidas, suponiendo que estoy finalizando mi periodo y renuncio, ahí me convierto en ex rector y por tanto podría votar en esa calidad e inclinar la balanza, pienso que la participación y la condición de ex rector debe ser reglamentada hasta tanto no se definiera la persona, ya que esto en números tan pequeños genera suspicacias. Lo mejor es estar apartado o no tener la condición de ex rector hasta no ser nombrado el nuevo.
LFA: Hablemos un poco sobre lo que está pasando en las elecciones de rectores en las universidades públicas en el país.
AMC: Es un problema que se ha presentado en varias universidades en el país y puede tener varias explicaciones, mi punto de vista es que la ley 30 fue creada iniciando 1990 y muy seguramente no se hizo como en toda construcción humana una prospección hacia el futuro. Las universidades públicas fueron considerados entes autónomos y simplemente definieron como iba a ser la composición del Consejo superior y este aparentemente era idóneo, porque tenía la presencia de organizaciones externas a la universidad, de la comunidad académica y del gobierno, sin embargo no se consideró la condición humana y no se crearon los contrapesos a ese poder que tenía el Consejo superior, entonces las universidades en vez de convertirse en una especie de pequeñas repúblicas con un estado social de derecho similar a una república moderna, se convirtieron en una especie de monarquía que tiene unos asesores de la corte que son el Consejo superior, pero también tiene un monarca. Esto lo digo por la condición humana, porque en el estado social de derecho se busca tener los balances y los contrapesos y la ley 30 no tuvo en cuenta esto. Lo anterior ha servido para convertir algunas instituciones en que el rector puede estar por mucho tiempo, después de dos o tres periodos define la composición del Consejo superior porque ejecuta el gasto, como ordenador del gasto, y define la composición de las autoridades académicas que en últimas construyen la normatividad y porque los organismos de control y el sistema de elecciones es controlado por subalternos de esta persona.
LFA: Este caso solo se presenta en la UTP
AMC: Es en general en las universidades públicas y privadas del país que se presenta este elemento, en las privadas un poco modulado porque hay un desarrollo o crecimiento económico que les interesa, entonces se toman medidas e intervienen, en las universidades públicas se dificulta este control. En estos momentos hay una comunidad empoderada a la que le interesa y ha dicho, tenemos la oportunidad de participar de ese Consejo superior y de intervenir, este es un poder emergente, constituyente, que se ubica como contrapeso por primera vez en mucho tiempo, un contrapeso natural ya que no se cuenta con una figura de contrapeso jerárquico, con un contralor nombrado independientemente o por una fuerza contraria a la rectoría. Está claro que hay que respetar las decisiones del Consejo superior de las universidades, eso para mí es clave pero también hay que entenderlo en términos históricos y creo que ese es el fenómeno.
LFA: El contrapeso en las universidades públicas puede ser el Estado. Hay alguna manera de reformar lo que está pasando ahora
AMC: En términos de la autonomía universitaria el gobierno no debería actuar como contrapeso en lo que tiene que ver con la arquitectura de la conducción de la institución, tal como un país externo a Colombia no podría tener injerencia por ejemplo en el contralor, procurador, así mismo, no deberían existir elementos externos que fueran el contrapeso al interior de la universidad. La misma institución debería tener la forma de elegir el contrapeso, para conservar la autonomía universitaria. ¿Cómo podría cambiar a futuro?, he propuesto que exista una figura similar a la personería que pueda ser el contrapeso de la rectoría, no en la ejecución del gasto, si no, en lo que tiene que ver con la vigilancia al cumplimiento de los planes de desarrollo, al respeto de la libertad de cátedra, de la autonomía universitaria, al control sobre los recursos y al respeto por la dignidad humana en procura de conseguir los fines del estado.
LFA: Cómo se elegiría
AMC: Tendría que buscarse un mecanismo en el que imparcialmente se pudiera elegir, por ejemplo, que sea la segunda votación en la elección del rector, este podría ser un mecanismo. Otro mecanismo podría ser a través de decisiones de los cuerpos colegiados, otra a partir de la creación de “bancadas institucionales” al interior del Consejo superior en dónde las minorías definieran ese organismo, o simplemente meritocracia, sometiendo hojas de vida a consideración con unos requisitos. Se podrían tener diversos mecanismos.
LFA: Cuál podrá ser el desenlace de todo este proceso
AMC: Lo que percibo es que quienes tienen el poder de elegir es finalmente el Consejo superior de acuerdo a la ley 30, es la normatividad, ahí hay un poder enorme y no hay otros poderes emergentes por ahora y eso debería ser considerado por el Consejo superior para tratar de agilizar la decisión. La composición de este da como resultado 4 votos para Alexander Molina y 5 votos para la contraparte, sin embargo por ejemplo, en octubre va a haber la elección del representante de los egresados al Consejo superior, en este momento el representante de los egresados está votando por mí, si el próximo representante de los egresados es afín a la otra parte ahí podría obtener los 6 votos, si no, seguiría lo mismo, un equilibrio técnico. La siguiente elección de un miembro del Consejo directivo sería en abril o en mayo del próximo año, esto de nuevo implicaría el 5° o 6° voto. Esta elección podría alargarse en el tiempo y mientras tanto la rectoría estaría en interinidad, al frente está Dr Francisco Uribe, gran profesional y persona que merece todo mi respeto. Él ha estado en el círculo más cercano del ex rector, lo veo como una continuación de la administración pasada, pero lo ha hecho muy bien.