Por: Leonardo Franco Arenas / La Tarde del Otún.
Excelente columna de Yesid Arteta que encontré en El Unicornio titulada: Mario Mendoza: una versión de él mismo, publicada originalmente en la revista Cambio del domingo 13.10.24.
Inicia su texto, “Mario Mendoza, como dicen los mexicanos, le picó la cresta al gallo. En un atropellado y pueril escrito se fue contra el presidente Gustavo Petro.” En el mismo párrafo “Mendoza, como si estuviera jugando al tiro al blanco en un parque de diversiones, dispara a la bartola contra el retrato de Petro.”
Estas líneas desvisten y ponen en la justa mínima expresión, la endeble y exasperante diatriba del escritor bogotano de ascendencia libanesa contra la personalidad de Gustavo Petro y las líneas de acción de su gobierno, tiene Arteta la sutil precisión sin caer en el disimulo, expresar lo que a muchos nos daba vueltas en la cabeza para opinar en un escrito.
Menciono dos párrafos cortos que ponen en su sitio a este endiosado escritor de la élite bogotana que como a algunos figurines por moda u oportunismo comercial (vender libros), anunció por megáfono el voto por Petro en las elecciones pasadas. Ahora, parece ser que se alinea nuevamente en su nicho natural, la gente de bien.
Uno, “En su disparatado texto, Mendoza enjuicia al pecador Petro.” Dos, “A veces los escritores confunden la realidad con la ficción. Mendoza, Viejo Topo, te promete volver al pasado sin pensar en el futuro. Eso, me explicó un poeta búlgaro, se llama propaganda.”
Para finalizar el luminoso texto, Arteta lo aniquila con su conclusión certera a las pretensiones alevosas del corriente escritor:
“El problema, señor Mario Mendoza, no es el presidente Gustavo Petro sino la matriz de desinformación que personas como usted han inoculado entre la opinión pública del país de cara a oscurecer la acción del gobierno del cambio”.
Algunas de las perlas escritas por Mendoza en su columna:
“El mismo se encarga de desdibujarse y contradecirse”. “Creí con todas mis fuerzas que por fin íbamos a ser capaces de salir del analfabetismo funcional al cual nos había condenado una derecha mafiosa e ignorante”. “El problema es que poco a poco empezó a mostrar su lado más oscuro y siniestro: el del narcisista paranoico que no soporta que le lleven la contraria”. “Si no corrige, llevará al desastre”. “También echó sin contemplaciones a funcionarios eficientes”. “Ahora solo queda una enorme desilusión, mucha desesperanza y la zozobra”.
Cualquier persona puede opinar y escribir lo que quiera, es su derecho, pero como mínimo, viniendo de un escritor con una trayectoria es hacerlo con responsabilidad y respeto sin posar de psicoanalista, haciendo de hazmerreír por la falta de solidez y detalle en el pretensioso “perfil de Petro”